Construyen estudiantes su propia escuela en Puebla

PUEBLA
La población de la Sierra Norte de Puebla en México, hasta el 2010, representaba casi el 12 por ciento de la total en el estado. En sus 35 municipios existe presencia indígena, de los cuales 20 demarcaciones son considerados indígenas en su totalidad.
Tomando como punto de partida estos datos, y sabiendo que el náhuatl es la lengua predominante de la región, resulta complicado hacer efectivos los modelos educativos propuestos por las instancias públicas, no sólo por la falta de recursos, sino por el conflicto contextual de una educación que quiere impartirse bajo la óptica occidental dentro de comunidades indígenas.
A pesar de que existen, con bastante escasez y efectividad, modelos como el Bachillerato Rural Digital, los alumnos no han logrado quedar satisfechos con el sistema propuesto, falto de contexto y alejado de las inquietudes estudiantiles.
Cuando la comunidad detectó esta falta, se acercó a Comunal, un taller de arquitectura en el que buscaban apoyarse para una capacitación técnica-constructiva y de diseño.
Esta autogestión por parte de los estudiantes puso en marcha los talleres que les permitieron comenzar con la construcción de la Escuela Rural Productiva, un espacio académico diseñado a partir de las aficiones, gustos y necesidades de los alumnos.
Platicamos con Mariana Ordoñez y Jesica Amescua, fundadora y arquitecta asociada de Comunal: Taller de Arquitectura, para conocer cómo ha avanzado la iniciativa y cuáles son sus metas concretas con la realización de la Escuela Rural Productiva.
CREATORS: ¿QUÉ PROBLEMÁTICAS DESTACAN SOBRE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO?
COMUNAL: Específicamente en zonas rurales identificamos que la educación se encuentra descontextualizada de las localidades, la gente, la cultura y las aspiraciones de los jóvenes. En la comunidad de Tepetzintan, ubicada en la Sierra Nororiental de Puebla, el bachillerato está planteado para que los alumnos asistan a la universidad una vez que se han terminado los estudios de nivel medio superior. A pesar de ser la aspiración de muchos, deja fuera la realidad económica de otros que tienen que salir de la comunidad para aprender oficios en las ciudades y obtener un empleo, trayendo problemas de migración y ruptura social.
Hablando de aspectos culturales, no se toma en cuenta que se realizan evaluaciones en español para medir el desempeño académico, lo cual significa un reto muy grande para los alumnos que hablan el náhuatl como lengua madre. Dichas evaluaciones tienen un impacto en la percepción que se tiene sobre el desempeño de los profesores y los alumnos, lo cual en algunas ocasiones va ligado a los apoyos o estímulos que reciben como profesionistas y como comunidad estudiantil.
Aunado a lo anterior, existen problemas relacionados con temas operativos a los que día a día se enfrentan los maestros que imparten clases en estas regiones, desde la baja o nula remuneración por su vocación, la carencia de material didáctico para estimular a los alumnos y la falta de espacios educativos apropiados.