¿Estás perdiendo la memoria por el estrés laboral?

Nos resulta difícil recordar cosas sencillas: nombres de amigos y compañeros de trabajo que no hemos visto en mucho tiempo, palabras que deberían surgir fácilmente, incluso cómo realizar actos de rutina que alguna vez parecían cosa natural.

Estamos viviendo otro momento más de gran cambio a medida que regresamos a las oficinas, creamos rutinas nuevas y hallamos nuestro equilibrio en otra nueva normalidad. Todo este cambio consume energía cognitiva, a menudo mucho más de lo que creemos, dicen los neurocientíficos. No es de extrañar que no podamos recordar lo que desayunamos. Nuestras mentes están batallando con momentos de transición.

“Nuestros cerebros son como computadoras con tantas pestañas abiertas en este momento”, destaca Sara C. Mednick, neurocientífica y profesora de ciencias cognitivas en la Universidad de California, en Irvine. “Esto retarda nuestra potencia de procesamiento y la memoria es una de las áreas que tropieza”.

El estrés crónico y acumulativo de los últimos dos años también ha pasado factura. Investigaciones arrojan que las personas recientemente sometidas a factores estresantes de vida tienen problemas de memoria. El estrés afecta negativamente nuestra capacidad de atención y el sueño, que también afecta la memoria. Y el estrés crónico puede dañar el cerebro, causando más problemas de memoria.

La avalancha de información que nos llega vía múltiples canales también está abarrotando nuestros cerebros. Somos terribles prestando atención, revisando constantemente nuestros teléfonos mientras hacemos otras cosas, lo que, según los neurocientíficos, dificulta codificar los recuerdos en primer lugar. Y puede ser difícil recordar algo fuera de contexto, como el nombre del compañero de trabajo que de repente nos habla en persona, en lugar de en Zoom.

Esto recomiendan los expertos para mejorar su memoria

– No la fuerce. Obligarse a tratar de recordar algo es contraproducente. Se sentirá frustrado, y esa frustración permite que la parte emocional de su cerebro eclipse las partes de su cerebro que recuperan recuerdos. Déjelo un rato; respire profundamente para calmar su cerebro y vuelva a intentarlo más tarde.

– Deje de hacer varias cosas a la vez. Es difícil recordar algo, o memorizar algo en primer lugar, cuando se está haciendo dos cosas a la vez. Intente hacer una cosa a la vez. Preste atención a las pequeñas tareas que normalmente realiza en piloto automático, como cepillarse los dientes.

– Ayude a su cerebro a calmarse. Esto fortalecerá su lóbulo frontal, que está involucrado tanto en la codificación como en la recuperación de la memoria, así como en la regulación del estrés. Los expertos recomiendan la meditación diaria, el yoga o simplemente la respiración lenta y profunda durante al menos 10 minutos al día. Dé un paseo, preferiblemente en la naturaleza. Conéctese con un ser querido: tenga una conversación larga, dé un abrazo, tenga relaciones sexuales. La intimidad reduce el estrés al hacerle sentir seguro y cuidado, duerma un poco. Esto elimina las toxinas en su cerebro que pueden obstruir su procesamiento mental, dice.

– Esté socialmente presente. Preste toda su atención a las personas cuando hable con ellas. Hacerlo le ayudará a recordar mejor lo que quieres decir en la conversación -porque su cerebro no estará distraído ni sobrecargado- y recordará lo que se dijo.

Entonces, de nuevo: deje su teléfono. Apague la televisión. Y realmente preste atención a lo que dice su ser querido; no sólo espere su turno para responder.

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