CDMX
Peter Moore toma asiento frente a la cámara, y no deja ninguna duda de su amor por los videojuegos y el futbol, dos de sus pasiones que han marcado su vida y su carrera profesional. Es simple verlo a sus espaldas, sus colecciones de jerseys firmados por varias estrellas del soccer profesional, y fotos de sus equipos de desarrollo de consolas que lanzó hace ya unos años como el SEGA Dreamcast, el Xbox y el Xbox 360.
Su historia es grande en la industria del gaming y el deporte. Además de trabajar en SEGA en los años dorados de la compañía, de llevar a Microsoft a competir contra Nintendo y PlayStation con Xbox en la guerra de consolas y comandar la división de Sports en EA Games, fue el director ejecutivo del equipo de futbol Liverpool, en Inglaterra, y actualmente es propietario y director del Santa Barbara Sky en Estados Unidos.
“Llevo un cuarto de siglo en medio del gaming. Creo que hay tantas experiencias diferentes que estamos teniendo hoy en día muy diferentes a lo que era hace dos décadas. Antes comprabas un juego, lo acababas y lo compartías con tu hermano o lo cambiabas con un amigo. Hoy el modelo de negocio se llama suscripción, y es una moda como lo es el streaming de música o series y películas. Los títulos gratis que te permiten jugar por horas, días, años, al estilo Fortnite, son un ejemplo de ello. Pero también los pases de juego al estilo Netflix, son lo que crece fuerte”, explica Moore.
El también vicepresidente senior de Marketing deportivo global en Reebok vendrá a México en unas semanas para estar presente dando una plática en el EGS 2023, que se realizará del 17 al 19 de noviembre en el World Trade Center de la Ciudad de México, justo para platicar sobre los nuevos modelos de negocio del gaming, donde los eSports, la suscripción y las nuevas tecnologías juegan un papel importante en la evolución de la industria.
“Hay VR, Realidad Aumentada, Mixta, hay muchas cosas diferentes que también se mezclan para potenciar esta industria. Apple está dando los toques finales a las Vision Pro e imagina lo que eso hará para los juegos. Observas las diferentes formas en que los gamers accederán a los títulos. Sí, serán gratuitos para jugar, pero serán los servicios de suscripción, los servicios tipo Game Pass los del futuro.
“Vuelvo a mis días de módem de acceso telefónico en SEGA, y luego miro lo que podemos hacer hoy. Durante muchos, muchos, muchos años hemos hablado sobre la transmisión de juegos y la posibilidad de elegir uno en la pantalla del televisor, hacer clic y saltar directamente a ese pase con tal vez millones de opciones. Pero la tecnología no estaba ahí, las velocidades, la latencia y el retraso de la banda ancha siempre se interponían en el camino. Pero creo que ahora estamos muy cerca de que estos servicios de suscripción”, agrega.
CONECTIVIDAD: EL RETO
Moore, piensa y no suelta una respuesta a bote pronto. Analiza y responde sobre la falta de conectividad que existe en muchos países, como México, para sumar a más personas al gaming en línea.
“Es un tema más amplio que sólo el de los videojuegos. Así que creo que la conectividad a escala global es la respuesta a muchos de los problemas y tienes razón. Incluso, aquí en Estados Unidos, todavía hay áreas rurales que luchan por obtener un buen servicio. Creo que cada vez más miras qué, te guste Elon Musk o no, cosas como Starlink eliminan por completo la necesidad de ubicaciones físicas de los servidores. Creo que eso se convierte en la respuesta
“Siempre le digo a la gente que los primeros 20 años de mi trabajo no existió el internet. Y ya sabes, hablas de cómo hacías negocios sin estar conectados entre sí, usando el teléfono, escribiendo cartas, memorandos entre oficinas, cosas de esa naturaleza. Entonces, gobiernos como el mexicano debe ver hacia arriba, el acceso a esos satélites que vuelan sobre nosotros. Y creo que esa será la clave porque tienes razón, hay lugares donde simplemente no se puede tender cable. Simplemente no son prácticos”, agrega Moore.
Se han necesitado cientos de miles de personas y sangre, sudor y lágrimas para llegar hasta aquí. “Y muchos fracasos. Pero ahora somos una industria global de 200 mil millones de dólares, sí, eso es asombroso. Entonces, mi trabajo es dar a conocer todo lo que ha pasado y tengo muchas ganas de estar allí en la Ciudad de México”.