CHELYABINSK, Rusia
Sobre el cielo de Chelyabinsk se desintegra enviando bolas de fuego a la Tierra.
Un meteorito se desintegró el viernes de madrugada sobre el cielo del centro de Rusia, enviando bolas de fuego a la Tierra, rompiendo ventanas, activando las alarmas de los autos e hiriendo a 500 personas.
Los residentes escucharon lo que sonó como una explosión, vieron una luz brillante y luego sintieron un temblor en su camino al trabajo en Chelyabinsk, según un corresponsal de Reuters en la ciudad industrial, situada a unos 1.500 km al este de Moscú.
El meteorito cruzó luego por el horizonte, dejando una larga columna de humo blanco que podía verse a hasta 200 km de Yekaterimburgo. Las alarmas de los autos se encendieron, las ventanas se rompieron y los teléfonos móviles funcionaban intermitentemente.
“Iba en auto a trabajar, estaba bastante oscuro, pero de repente hubo tanta luz como si fuera de día”, dijo Viktor Prokofiev, un residente de 36 años de Yekaterimburgo, en la zona de los montes Urales.
“Me sentí como cegado por unos faros”, dijo.
No se registraron víctimas fatales, pero el presidente Vladimir Putin, que iba a recibir a los ministros de Economía del Grupo de los 20 en Moscú, y el primer ministro Dimitry Medvedev fueron rápidamente informados.
Los servicios de emergencias dijeron que 500 personas habían resultado heridas, muchas de ellas por cristales que salieron despedidos.
Un portavoz del ministerio dijo que la lluvia de meteoritos podía estar relacionada con el asteroide del tamaño de una piscina olímpica que iba a pasar junto a la Tierra a una distancia de 27.520 km, pero este dato no pudo ser confirmado.
Las ventanas se rompieron en la calle Lenin de Chelyabinsk y algunas de las cerraduras de las tiendas se rompieron.
Un sonido similar a una explosión se escuchó a las 9.20 de la mañana (05:20 GMT) y la onda expansiva pudo sentirse en edificios de viviendas del centro.
Incidentes de este tipo son inusuales. Se cree que un meteorito devastó una zona de más de 2.000 kilómetros cuadrados en Siberia en 1908, rompiendo ventanas en un radio de 200 km alrededor del lugar del impacto.