Roma, ITA
El Comité solicitó toda la información relacionada con los casos de abusos de menores.
El Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño solicitó por primera vez al Vaticano “información detallada” sobre casos de pedofilia y abusos sexuales contra menores cometidos por miembros de la Iglesia Católica.
La Santa Sede como Estado parte de la convención que protege los derechos de los niños, por lo que será evaluada sobre su desempeño en esa materia en enero de 2014, pero antes deberá responder, por primera vez, a una serie de preguntas realizadas por el comité.
Una fuente cercana al mecanismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien pidió el anonimato, dijo que el comité preparó una lista de preguntas que espera sean contestadas por la Santa Sede a más tardar el 1 de noviembre próximo.
Por primer vez el Vaticano deberá responder a cuestionamientos sobre este tema en Ginebra, sede del Alto Comisionado de la ONU sobre Derechos Humanos y sus mecanismos.
El comité solicitó al Vaticano “información detallada” sobre casos de violencia sexual contra niños o niñas cometidos por miembros del clero, sacerdotes y monjas “en numerosos países”.
Asimismo, la ONU desea conocer las medidas que fueron tomadas por la Iglesia Católica para castigar a los culpables de abusos sexuales y si éstos fueron llevados ante la justicia.
Además, solicitó informes sobre qué medidas está tomando la Santa Sede para asegurar que sospechosos de haber cometido actos de pedofilia no estén en contacto con niños y qué se ha hecho de manera concreta para apoyar a las víctimas de esos delitos.
El comité de la ONU cuestionó sobre las medidas adoptadas para condenar y prevenir castigos corporales practicados en algunos establecimientos escolares católicos.
En junio pasado, las organizaciones Red de Supervivientes de Personas Abusadas por Sacerdotes (SNAP) y el Centro para los Derechos Constitucionales presentaron al Comité casos documentados de violaciones y abusos sexuales cometidos bajo el paraguas de la Iglesia Católica.
En este sentido, la representante del Centro para los Derechos Constitucionales, Pamela Spees, dijo a la prensa en Ginebra que es fundamental que todos los documentos del “Vatileaks” sean entregados a la policía para ser llevados a la justicia. “Esos documentos no deben ser guardados en El Vaticano”, subrayó.