Washington
El gobierno no ha querido dar información sobre el lugar dónde tendría lugar la entrega.
El presidente Barack Obama pidió a Estados Unidos que no sucumba a la histeria sobre el ébola, al tiempo que advirtió que lidiar con el mortífero virus requerirá que los ciudadanos, el gobierno y la prensa participen.
En su alocución semanal por la radio e internet, el presidente rechazó llamados a que Estados Unidos implemente una prohibición de viajes. Varios legisladores han dicho que esa sería una medida de sentido común para prevenir que más personas con ébola ingresen a Estados Unidos, pero Obama dijo que una prohibición así solamente dañaría los esfuerzos de ayuda y las medidas de detección.
“Tratar de sellar una región del mundo — si eso fuese posible — podría empeorar las cosas”, dijo Obama.
Crecientes preocupaciones sobre ébola y los tres casos diagnosticados hasta ahora en Dallas hicieron que Obama nombrase el viernes a un ex asesor de la Casa Blanca como el máximo funcionario a cargo de la coordinación de la prevención.
El presidente dijo que no existe “un brote” o “epidemia” en Estados Unidos, pero afirmó que incluso un sólo caso es demasiado.
Las autoridades estadounidenses están tratando de contener las repercusiones de los casos de ébola identificados en Estados Unidos, apresurándose a cortar posibles rutas de infección para aquellos que entraron en contacto con individuos que contrajeron la enfermedad.