WASHINGTON.
Ayer se llevó a cabo la misma votación que busca inhabilitar las acciones ejecutivas de Barack Obama.
Los senadores demócratas volvieron a bloquear por segundo día consecutivo una ley de financiación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) propuesta por los republicanos, que en la práctica impediría la aplicación de las medidas migratorias del presidente Barack Obama.
Aunque los dos partidos no tienen grandes discrepancias respecto al monto total del presupuesto del Departamento, los republicanos incluyeron en la ley unas disposiciones que buscan limitar los fondos a disposición del DHS para poner en práctica las medidas de alivio migratorio anunciadas por Obama por orden ejecutiva.
“Hoy (ayer) el partido demócrata parece querer llegar a cualquier extremo para proteger el tipo de exceso ejecutivo que el presidente Obama una vez describió como ‘la manera en la que no debe funcionar nuestra democracia’”, dijo Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, tras la votación.
En una votación de procedimiento, idéntica a la de este martes y con igual resultado, los demócratas evitaron que la ley avance en el Senado.
La votación se saldó con 53 votos a favor y 47 en contra, por debajo de los 60 votos necesarios para que la legislación pase a una votación definitiva.
Obama anunció en noviembre pasado un paquete de medidas unilaterales para regularizar temporalmente a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría padres de ciudadanos estadunidenses o con residencia permanente en el país.
En respuesta a esas acciones y en medio de la batalla sobre la financiación del Gobierno de final de año, los republicanos consiguieron que el DHS (con jurisdicción en inmigración) recibiera financiación sólo hasta el próximo 27 de febrero y no hasta septiembre, cuando concluye el año fiscal.
Los republicanos, que tomaron en enero el control absoluto del Congreso, se garantizaron así poder atacar las políticas migratorias de Obama, una vez con el dominio de las dos Cámaras.
Para los conservadores, las órdenes ejecutivas de Obama suponen un abuso de poder y una usurpación del rol del legislativo.