Tokio, Jap
Jumepi Yasuda le informó a un amigo que pretendía entrar a reportar sobre la guerra
Crecen los temores por un reportero de guerra japonés del que no se ha sabido nada desde hace más de tres semanas, cuando le dijo a un amigo que planeaba entrar a Siria.
El 23 de junio, Jumepi Yasuda, de 41 años, le dijo por teléfono a un amigo que estaba en Turquía y que planeaba entrar al país asolado por la guerra. Yasuda había hecho reportajes desde Siria anteriormente.
El amigo, quien no quiso que se diera su nombre, dijo que creía que era muy probable que Yasuda hubiera caído prisionero de los militantes islamistas.
La cuenta de Twitter de Yasuda, en la que había estado publicando con frecuencia, no se ha actualizado desde el 20 de junio.
Su último tuit hacía referencia a los desafíos de su labor, misma que se había vuelto “algo muy serio” y señaló que sería difícil publicar en tiempo real actualizaciones sobre su trabajo en blogs y en redes sociales.
Unos reporteros manifestaron su preocupación por el bienestar de Yasuda el viernes, durante una conferencia de prensa en la que el ministro del Exterior de Japón, Fumio Kishida, dijo que no tenía información sobre el paradero de Yasuda.
Su caso ha cobrado relevancia al tiempo que la cámara baja de Japón aprobó reformas históricas a su constitución pacifista, con lo que podría permitirse que Japón pelee en el exterior por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Los opositores temen que la maniobra tenga como consecuencia que Japón se enrede en conflictos internacionales, incluida la guerra contra ISIS.