Washington, DF.
Hillary Clinton demostró por qué ella es la principal candidata presidencial.
El campo de los aspirantes presidenciales demócratas se enfrentaron en su primer debate, organizado por CNN y Facebook, la noche del martes.
Durante más de dos horas, los candidatos trataron de causar sus mejores impresiones ante una audiencia nacional que descubriría a muchos de ellos por primera vez.
Hillary Clinton demostró sin lugar a dudas el martes por la noche por qué ella es la principal candidata presidencial del Partido Demócrata.
Clinton se mantuvo imperturbable durante todo el debate, mostrando su experiencia política y su dominio de los temas... a la vez que manejó con destreza las crítica en relación a sus cambios de opinión y mostrando un humor que le dio un rostro más humano a su candidatura a menudo criticada.
Desde el principio, Clinton fue presionada para que defendiera su cambio de postura en relación a diversos temas —desde el acuerdo comercial de Pacific Rim hasta el matrimonio entre personas del mismo sexo— y salió librada del duro interrogatorio con una buena broma que se ajusta en gran medida al marco de su campaña: “Soy progresista. Pero soy una progresista a la que le gusta hacer bien las cosas”.
David Axelrod, comentarista político senior de CNN y estratega en jefe de la campaña de Obama que derrotó a Clinton en el 2008, dijo que ella lo hizo “muy bien” y que su electorado posiblemente se “entusiasmó con su desempeño”.
“Ella estaba preparada, estaba apasionada y estaba al mando”, dijo Axelrod. “Si yo fuera parte de su campaña estaría encantado con lo que hizo esta noche”.
Además, Clinton mostró su temple cuando fue atacada por tres de sus rivales en el escenario en relación a su voto a favor de la guerra de Iraq, rechazando la idea de que su juicio debería ser cuestionado en relación a ese voto, al vincular la decisión del presidente Barack Obama de nombrarla como secretaria de Estado. Y por si fuera poco, ella usó ese asunto para resaltar sus habilidades en política exterior.
“Recuerdo muy bien estar en un escenario de debate, creo, unas 25 veces con el entonces senador Obama, debatiendo este mismo asunto. Después de las elecciones, él me pidió que fuera secretaria de Estado. Él valoraba mi juicio y pasé mucho tiempo con él en la Sala de Situaciones, repasando algunas cuestiones muy difíciles”, dijo Clinton.
En lo que fue una sorpresa para algunos expertos, Clinton tampoco evitó arremeter contra su principal rival, el senador de Vermont, Bernie Sanders.
Clinton probó a Sanders en relación a su cambio de postura sobre el control de armas, de una manera que él no pudo hacerlo en cuanto a su cambio de política... Sanders incluso se veía nervioso.
Cuando se le preguntó si Sanders era “lo suficientemente drástico en cuanto a las armas”, Clinton no anduvo con rodeos.