Washington.
El diario señala que éste se relacionó con cártel que controlaba sindicatos, permisos y sobreprecios del cemento.
El magnate Donald Trump hizo crecer su imperio inmobiliario a través de grandes contribuciones a campañas políticas y haciendo negocios con empresas de construcción y sindicatos manejados por la mafia, aseguró ayer el diario The Washington Post.
En un reportaje de su primera plana impresa, el rotativo hizo públicos los resultados de una investigación de registros judiciales, así como de testimonios de Donald Trump y otras personas sobre el ascenso empresarial del magnate, que habían sido mantenidos por décadas fuera de la esfera pública.
“Ningún candidato presidencial serio ha tenido el mismo nivel de profundidad documentada de negocios con entidades controladas por mafiosos”, concluyó el diario de la capital estadounidense.
Trump, de 69 años y puntero en la carrera por la nominación republicana para las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, nació en Queens, Nueva York, y navegó en una de las industrias de construcción más corruptas del país para convertirse en un magnate, indicó el rotativo.
Entre las empresas controladas por mafiosos que tuvieron negocios con Trump figuran S&A Concrete, que proveyó materiales de construcción para la Trump Plaza en el East Side de Manhattan.
Los dueños de S&A Concrete eran Anthony alias Fat Tony Salerno, jefe de la familia criminal Genovesa, y Paul Castellano, jefe de la familia Gambino.
“Los dos hombres requerían qué los proyectos de construcción multimillonarios obtuvieran el cemento a través de S&A, a precios inflados, de acuerdo con un encauzamiento federal contra Salerno y otros”, señaló The Washington Post.
Salerno terminó en prisión acusado de pandillerismo. Su abogado Roy Cohn era también amigo y abogado ocasional de Trump. Aunque nunca fue acusado de un crimen, Cohn perdió su licencia antes de morir en 1986.
Silencio del magnate…
Trump, quien declinó repetidas solicitudes de The Washington Post para una entrevista, no ha sido acusado de alguna ilegalidad.
El diario estadounidense aseguró que las familias de la mafia controlaban en esa época el “Club del Cemento”, un cártel de contratistas que arreglaban contratos, torpedeaban la competencia y controlaban los sindicatos de trabajadores cementeros.
“Casi todos los proyectos de construcción grandes de Manhattan durante ese periodo fueron construidos con participación de la mafia (...) Eso incluyó la Trump Tower, el flamante rascacielos de 58 pisos en Fifth Avenue, que fue construido con concreto reforzado”, apuntó la investigación del periódico.
Expertos coincidieron que Trump y otros desarrolladores de proyectos inmobiliarios tenían que adaptarse al ambiente prevaleciente en Nueva York para hacer negocios en la ciudad.
“No es ilegal, pero no se podría decir que tampoco es algo bello. Era un sistema muy enfermo”, señaló el profesor de derecho de la Universidad de Nueva York, James Jacobs.