Francia.
Tras la colisión las llamas envolvieron a ambos vehiculos en una carretera cerca de Burdeos.
Cuarenta y tres personas murieron y al menos otras cuatro sufrieron heridas graves cuando un camión y un autobús que llevaba de excursión a un grupo de ancianos chocaron el viernes y se incendiaron en una región vitivinícola en el suroeste de Francia. Fue el accidente carretero con más muertos en el país en más de 30 años.
Imágenes de la televisora BFM mostraban los restos del autobús, apenas una estructura derrumbada y calcinada envuelta en humo cerca del pueblo de Puisseguin, unos 50 kilómetros (30 millas) al este de Burdeos. Los asientos no eran más que los marcos de metal vacíos.
Vistas aéreas mostraron los restos destrozados de ambos vehículos en la curva de una carretera estrecha de una zona boscosa.
Ocho personas, incluido el conductor, escaparon del autobús después de que éste abriera la puerta, pero otros quedaron atrapados mientras las llamas consumían rápidamente los dos vehículos, dijo el alcalde de Puisseguin, Xavier Sublett, en la cadena i-Tele.
Entre los muertos estaba el hijo de tres años del conductor del camión y cuyo pequeño cuerpo fue descubierto entre los escombros del vehículo. La prensa francesa afirmó que el conductor del camión también falleció.
El alcalde explicó después a la radioemisora RTL que al parecer el camionero perdió el control de su vehículo. El conductor del autobús “intentó evitarlo, pero el camión llegó y lo golpeó”, dijo Sublett.
El doctor Philippe Flipot, de Puisseguin, comentó que habló con el conductor del autobús después de la tragedia.
“Él se encontró frente a un camión derrapando que no podía evitar. Se las arregló para abrir las puertas y algunos pasajeros pudieron salir del autobús. Arriesgó su vida porque las flamas lo estaban rozando, pero pudo evacuar a algunas personas”, declaró Flipot a la radio Europe-1.
Otras autoridades se mostraron prudentes sobre las circunstancias del accidente. Una investigación está en proceso. El tiempo de la región estaba nublado el viernes por la mañana, pero sin lluvia.
El primer ministro, Manuel Valls, calificó el choque como el accidente más letal en Francia en más de 30 años y como una “terrible conmoción” para el país.
La cifra de víctimas mortales fue mayor a lo habitual en estas colisiones porque ambos vehículos se incendiaron inmediatamente, informó la policía. Varios helicópteros evacuaron a víctimas con quemaduras graves y decenas de trabajadores de emergencia acudieron al lugar.
El camión transportaba madera, según la televisora BFM. El autobús, por su parte, llevaba a miembros de un club de jubilados de la ciudad de Petit Palais en una excursión de un día a Arzacq-Arraziguet, a 200 kilómetros (120 millas) de distancia. Habían recorrido apenas siete kilómetros cuando se produjo la colisión.
Tras nombrar al choque como una “inmensa tragedia”, el presidente francés, Francois Hollande, prometió una investigación sobre lo ocurrido. De visita en Grecia, también expresó “la solidaridad de toda la nación” con los seres queridos de las víctimas.