PHOENIX, Ariz.
El sheriff de Maricopa es acusado de espiar a jueces sin autorización.
Joe Arpaio, un jefe de policía de Arizona con reputación de comportamiento vengativo, recibió un fax en 2013 que, de acuerdo a sus detractores, prueba que investigó en secreto a un juez que ordenó una transformación completa de su agencia durante un proceso por encasillamiento racial.
El fax enviado por un informante estaba escrito a manera de cronograma con eventos claves en su juicio: Citaba la asignación del juez al caso, afirmaba que las autoridades federales intervinieron el teléfono de uno de los auxiliares de Arpaio, e insinuaba que ambos eventos sucedieron poco después de que el Departamento de Justicia federal supuestamente había contactado al juez.
Posteriormente, la oficina de Arpaio gastó 250.000 dólares en investigar, pese a la duda sobre la credibilidad del informante. El juez federal de distrito, Murray Snow, caracterizó la indagación como un intento de montar una “falsa teoría de conspiración” para desacreditarlo.
El jefe de policía ha sido acusado anteriormente de investigar a jueces que no estaban de acuerdo con él. Pero recientes audiencias en las que se examinó el fax marcaron el más atrevido intento público por confrontar a Arpaio sobre las acusaciones de comportamiento vengativo recurrente a lo largo de sus seis periodos en el cargo.
La tarde del martes, el detective del departamento, Brian Mackiewicz, testificó durante 15 minutos sobre la investigación.
Dijo que él y otro investigador vieron el apellido “Snow” en la base de datos del informante.
Mackiewicz dijo que, entonces, el otro investigador tuvo la idea de hacer una búsqueda en internet sobre el juez en el caso de discriminación racial.
Recalcó que no sabía nada del caso.
“No sabía el nombre del juez”, aseguró.
El testimonio de Mackiewicz se dio tras la reanudación de las audiencias de desacato contra Arpaio por desafiar las órdenes de Snow. El jefe de policía ha reconocido que permitió que sus agentes realizaran operaciones contra la inmigración no autorizada durante 18 meses después de que el juez había ordenado que se detuvieran.
A principios de mes, Arpaio insistió en que no investigaba al juez, sino que en su lugar se enfocó en acusaciones de que alguien intervino sus teléfonos y violó información bancaria de miles de personas.
Arpaio testificó que otros en su departamento condujeron la investigación, y a menudo tuvo problemas para recordar detalles, tales como qué investigador le advirtió que se alejara del informante confidencial Dennis Montgomery.
“Estaba intrigado sobre las intervenciones hacia mi persona y la del subjefe de policía; ésa era mi mayor preocupación”, dijo el jefe policial.
Sus detractores señalan que la acusación de que Arpaio investigó a Snow es fácil de creer, basándose en algunas de sus acciones previas.
Gary Donahoe, juez de la Corte Superior, fue acusado de soborno en 2009 en un caso interpuesto por la oficina del jefe policial después de que Donahoe descalificara a un aliado de Arpaio de una investigación.
Donahoe recibió un pago de 1,2 millones de dólares por parte del condado para finiquitar el asunto después de que los cargos fueran sobreseídos. Pero dijo que Arpaio nunca fue responsabilizado por el caso infundado que dañó su reputación y le obligó a gastar 125.000 dólares en abogados.
“Se siente como que está por encima de la ley”, afirmó el juez, ahora retirado. “No tiene integridad... Su estrategia es, cuando lo sorprenden, decir que no sabe nada sobre ello o que no lo recuerda”.
La oficina de Arpaio no respondió a un correo electrónico en el que se solicitaron comentarios del jefe policial o de un vocero. Mel McDonald, abogado de Arpaio, declinó hacer comentarios sobre la investigación.
El sargento Travis Anglin, un investigador que examinó las afirmaciones de Montgomery, testificó que le advirtió a Arpaio que se distanciara de Montgomery. Anglin dijo que el jefe policial rechazó su consejo y con palabras altisonantes le preguntó que quién se creía que era.
Tim Casey, exabogado de Arpaio, testificó que acudió a una reunión con el jefe policial en la que se habló sobre las afirmaciones de Montgomery.
Casey dijo que los investigadores en la reunión afirmaron que había una conspiración contra Arpaio en la que estaba involucrado el juez, algo que podría comprobarse si la agencia seguía trabajando con Montgomery. El informante había dicho que podía asesorar a los investigadores con datos de su trabajo para la CIA.
Casey consideró que las afirmaciones de Montgomery eran “bazofia”, pero Arpaio tenía un punto de vista distinto.
“Dijo algo que indicaba que tenía entusiasmo al respecto y que era algo que era necesario examinar”, señaló Casey.
Larry Klayman, abogado de Montgomery, no respondió a las solicitudes para que diera sus comentarios.
La oficina de Arpaio continuó con la investigación a pesar de que un alto asesor concluyó que Montgomery estaba alargando la relación con los investigadores con el fin de obtener más dinero. La agencia le pagó a éste 120.000 dólares.