WASHINGTON, DC.
Alistan estrategia para ganar sitios en el congreso y la presidencia.
Los demócratas necesitan una estrategia a largo plazo para ganar las elecciones de tal manera que no sólo quede en su poder la Casa Blanca, sino que también puedan recuperar escaños en el Congreso y en las legislaturas estatales, según un estudio elaborado por una comisión del partido.
La presidenta del Comité Nacional Demócrata Debbie Wasserman Schultz difundió el martes un reporte de 19 páginas en que detalla el trabajo que el partido debe hacer para recuperarse las profundas pérdidas en las recientes elecciones legislativas.
El estudio postula que el partido tiene que transmitir “un mensaje claro que contenga nuestros valores”, fortalecer sus capítulos en cada estado, proteger el derecho al voto, preparar un nuevo mapa de circunscripciones y reclutar una nueva generación de líderes.
“Necesitamos hacer un estudio a profundidad sobre qué cambios estructurales debemos aplicar a nivel nacional a fin de resolver una amplia gama de problemas”, declaró Wasserman Schultz, representante por Florida, en una entrevista.
La comisión había difundido los resultados de su análisis inicialmente en febrero y el Comité Nacional del partido ya había empezado a implementar algunas de sus recomendaciones, como la renegociación de contratos para apuntalar los capítulos estatales del partido, invertir más fondos en la elaboración de una base de datos partidista y la reforma de sus programas de entrenamiento.
Sin embargo, implementar esas recomendaciones puede resultar difícil. Los republicanos, tras perder las elecciones del 2012, redactaron un reporte similar con la recomendación de atraer más votantes de minorías. Sin embargo, los actuales aspirantes a la candidatura republicana han echado todo eso por tierra, al expresar posiciones contra los inmigrantes y los gays.
El reporte del Comité Nacional Demócrata, encabezado por el gobernador de Kentucky Steve Beshear, demuestra la magnitud de los reveses electorales que han sufrido los demócratas bajo la presidencia de Barack Obama: han perdido 69 escaños en la Cámara de Representantes, 13 en el Senado, más de 900 en asambleas legislativas estatales, 30 cámaras legislativas y 12 gobernaciones.