Washington.
El Presidente invitó a discutir cara a cara con la NRA acciones ejecutivas para contener la violencia.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, retó durante un debate televisado al principal lobby proarmas del país, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), a discutir cara a cara las acciones ejecutivas que dictó esta semana para contener la violencia de las armas.
La sede de la NRA está a unos seis kilómetros de la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia, sede del “cabildo abierto” que organizó la cadena CNN con el presidente Obama. “A la vuelta de la esquina”, como destacó el mandatario.
En total, en la sala se congregaron unos cien asistentes. Eran víctimas y familiares de tiroteos, así como activistas que luchan por un mayor control de las armas; pero también había defensores acérrimos del derecho consagrado en la Segunda Enmienda de la Constitución del país. Una silla sin embargo estaba vacía: la reservada a un representante de la NRA, pese a que tanto la Casa Blanca como CNN aseguraron que habían realizado una invitación al influyente lobby armamentístico.
“Me encantaría reunirme con ellos, me gustaría hablar con ellos”, aseguró Obama, aunque hizo una puntualización: “La conversación tendrá que estar basada en hechos y en verdades, no en ficción”, subrayó.
Y volvió a repetir el argumento más lanzado contra el presidente: que “no apoya el derecho individual de poseer un arma” y que “no respeta la Segunda Enmienda y a los dueños de armas que cumplen la ley”.
Si el directivo de la NRA hubiera aceptado acudir al debate de CNN, quizás podría haberle hecho directamente esa acusación o preguntarle cuanto menos si sus propuestas reducirán los derechos de los que compran armas legalmente. Lo hicieron algunos asistentes del público, como una mujer que fue víctima de una violación y que dijo sentirse más segura con un arma con la que defenderse a sí misma y a sus hijos.
“Quiero saber que tengo derecho a protegerme, que tengo la libertad de portar un arma cuando sienta que lo necesito”, acotó en su turno Taya Kyle. Ella es la viuda de Chris Kyle, el veterano francotirador autor de la autobiografía llevada al cine “American Sniper” que murió baleado por un veterano al que intentaba ayudar a superar el estrés postraumático.
A ellas, así como a un sheriff aspirante a congresista republicano o a un alto directivo de la asociación de vendedores de armas, Obama les recordó que ninguna de sus medidas, que buscan expandir los controles de antecedentes de los compradores de armas, les afectaría a ellos en cuanto a ciudadanos con todo el derecho de adquirir un arma de fuego.
“Nada de lo que hemos propuesto va a hacer más difícil que alguien como usted compre un arma. Nada de lo que proponemos le impide o dificulta hacerse con un arma si la necesita”, insistió el presidente, que calificó de “conspiración” las reiteradas acusaciones de la oposición de que intenta quitarles las armas a todos los estadounidenses”.