Bélgica.
En una redada, el 10 de diciembre, también fueron hallados restos de explosivos.
Bélgica ha hallado una prueba clave de la conexión de Salah Abdeslam, el yihadista huido tras los atentados de París, y los ataques registrados en la capital francesa el 13 de noviembre.
La policía belga encontró hace casi un mes, aunque ha trascendido ahora, un apartamento con tres cinturones como los utilizados en los atentados, restos de explosivos y la huella dactilar de Abdeslam, el principal fugitivo desde hace casi dos meses. El hallazgo se produjo el pasado 10 de diciembre en el distrito bruselense de Schaerbeek, según ha indicado este viernes la oficina de la fiscalía federal en un comunicado.
“En el marco de la investigación abierta tras los ataques de París, el fiscal federal confirma que, durante un registro el 10 de diciembre en un apartamento en el tercer piso situado en la Rue Bergé, en Schaerbeek, se encontró material que puede ser usado para fabricar explosivos, así como rastros de TATP [un material explosivo]”, ha señalado la fiscalía, que confirma así una información adelantada por los diarios flamencos De Standaard, Het Niewsblad y Het Laastste Niews. Estos diarios aseguran que la vivienda sirvió de refugio a Abdeslam tras los atentados de París, en los que murieron 130 personas.
El apartamento “fue alquilado bajo una falsa identidad que podría haber usado una persona ya arrestada por este caso”, señala la fiscalía. Los agentes encontraron también “tres cinturones hechos a mano que podrían ser usados para transportar explosivos, así como una huella dactilar de Salah Abdeslam”, añade.
Especial
El hallazgo de este edificio traslada el foco de las pesquisas desde Molenbeek, el barrio con fuerte concentración musulmana en el que vive la familia de Abdeslam y que ha relevado conexiones con los principales atentados yihadistas cometidos en Europa, hacia Schaerbeek. Se trata de otro distrito bruselense donde la presencia de musulmanes es muy elevada.
Las últimas pistas sobre los movimientos de Abdeslam en Bruselas las desveló en diciembre el ministro de Justicia, Koen Geens. Este responsable aseguró que la policía había registrado otro piso en Molenbeek en el que podía haber recalado en algún momento el presunto terrorista.