AUSTIN, TEX.
Christopher Brooks recibe este día la inyección letal.
El estado de Alabama planea ejecutar a su primer preso desde 2013, con el ajusticiamiento de Christopher Brooks, condenado a muerte por violar y asesinar a una mujer en la Nochevieja de 1992.
A Brooks sólo le queda recurrir la ejecución al Supremo de Estados Unidos después de que su defensa haya perdido todas las apelaciones presentadas hasta la fecha pese a que las inyecciones letales de Alabama están impugnadas en los tribunales.
En 2014, después de que Alabama no fuera capaz de adquirir más pentobarbital -el sedante utilizado en las ejecuciones- y lo cambiase por el polémico midazolam, un grupo de cinco reos impugnó ese nuevo protocolo y desde entonces no se ha podido poner en práctica.
Brooks se unió a la demanda en noviembre del año pasado, cuando el Tribunal Supremo de Alabama le asignó por sorpresa una fecha de ejecución.
El midazolam es un sedante que en 2014 provocó tres ejecuciones fallidas en Ohio, Arizona y Oklahoma, lo que llevó a una drástica disminución de la aplicación de la pena capital en Estados Unidos.
Sin embargo, en un controvertido fallo, el Tribunal Supremo autorizó el año pasado su uso en las inyecciones letales, pero sólo Florida lo ha empleado desde entonces.
El crimen por el que Brooks fue condenado a muerte ocurrió el 31 de diciembre de 1992, fecha en la que la Policía encontró a Jo Campbell asesinada en su casa de Homewood y antes de matarla la habían violado y también habían saqueado la vivienda.
Muestras de ADN y huellas dactilares halladas en el lugar condujeron la investigación hacia Brooks, que había conocido a Campbell dos años antes cuando ambos trabajaban en unos campamentos en Nueva York.
Si nada lo impide, Brooks recibirá una inyección letal este jueves a las 18:00 hora local en la prisión Holman, en la localidad de Atmore.
El último preso ejecutado en Alabama fue Andrew Lackey en julio de 2013.