NEWBURY, NH.
New Hampshire es la siguiente parada de las primarias rumbo a la Casa Blanca.
Hillary Clinton ganó en Iowa y ahora todos los precandidatos presidenciales enfilan hacia la arena siguiente, New Hampshire. Se pondrá a prueba el atractivo de Ted Cruz y dará a Clinton la oportunidad de inyectar nuevo vigor a su campaña.
Clinton se impuso por estrechísimo margen a Bernie Sanders en las asambleas partidarias de Iowa el lunes, pero eso indica una prolongada contienda entre las alas progresista y pragmática del Partido Demócrata.
Del lado republicano, el triunfo de Cruz fue digno de una campaña llena de giros y sorpresas. Al ganar con el 27,7%, el senador texano demostró ser el preferido de los evangélicos, aunque muchos en su partido lo detestan y su capacidad para montar una eficiente maquinaria de movilización.
Donald Trump fue segundo con el 24,4%, un revés humillante para el jactancioso empresario que dominó las encuestas durante las semanas previas. Marco Rubio, con 23,1%, se vio proyectado a la cabeza de los preferidos del establishment partidario que buscan una alternativa a Trump o Cruz.
Conocidos todos los resultados, Clinton superó a Sanders por menos de tres décimas de 1%. A pesar de ser calificado del “resultado más estrecho en la historia de las asambleas demócratas en Iowa, los dirigentes dijeron que no habrá un recuento y la campaña de Sanders dijo que no impugnará los resultados.
“No hay plan de mirar atrás”, dijo Tad Devine, un estratega de Sanders.
La victoria le dio 23 delegados a Clinton y 21 a Sanders.
Con su ventaja en superdelegados —los funcionarios partidarios que pueden apoyar al candidato que prefieran_, Clinton tiene ahora 385 delegados contra 29 de Sanders.