Tucson, AZ.
El informarse por las vías correctas y evitar hacer caso a los consejos de amigos o vecinos pidió a los residentes legales e ilegales mexicanos que residen en el estado de Arizona, para evitar deportaciones y saber cómo defenderse, conocer sus derechos, ante los posibles cambios en las políticas migratorias que adelantó el presidente electo, Donald Trump.
La reconocida abogada especialista en temas migratorios, Claudia Arévalo, aceptó que desafortunadamente muchas deportaciones se pueden evitar, pero en la mayoría de los casos, por el miedo al ser detenidos, los migrantes hacen caso cuando les dicen que estarán en prisión durante ocho meses o que si firman su salida voluntaria, que no les afectará y después se regresen, que así les conviene, lo que al final es una gran mentira.
“Una salida voluntaria tiene un gran efecto legal, si está una defensa en las cortes con una persona que lleva más de diez años en el país, pero deben ser continuos y cuando salen pierden esa continuidad, cuando hay fotos y huellas en el proceso, afecta a la persona totalmente en el ámbito legal”, dijo.
“Para nosotros como abogados es mucho más difícil, porque el gobierno ya tiene evidencias de que salieron de manera voluntaria de Estados Unidos”, agregó Arévalo.
La litigante, quien también forma parte de grupos de apoyo y atención para migrantes de Tucson, aseguró que los connacionales tienen que estar muy informados, conocer las leyes, no acudir con notarios o hacerle caso a personas que tengan informacion como “a mi amigo le pasó esto”, si no ir directamente a las leyes, involucrarse a organizaciones de defensa de migrantes que en Tucson hay muchas, así como a los consulares, quienes puede referir a sus abogados y trabajar en conjunto.
Dijo que la informacion tiene que ser la correcta y venir de medios creíbles, porque si es informacion diversa, puede tener consecuencias graves y provocar las deportaciones.
“Tenemos casos donde desafortunadamente las familias tienen que ser separadas, eso causa un impacto no solo económico, sino emocional y disfunciones que ocasiona esto, porque al deportar a una persona, afectan a toda la familia, porque luego hay que trabajar en otro país y mantener dos casas, visitar, los niños bajan en la escuela ante la ausencia del padre o madre, es golpe emocional”, puso como ejemplo.
Ante dicha situación, la leyes son muy difíciles, que los abogados a veces se quedan con las manos atadas porque no muchas vías para defenderlos y tener esos derechos, por eso los resultados drásticos.
La abogada especializada en temas migratorios aceptó que en Arizona y ante la llegada del presidente electo Trump al gobierno de Estados Unidos, hay gente muy preocupada, personas que tienen mucho miedo, lo cual es normal, por la manera que se condujeron las elecciones en este año, a través de agresiones y miedo.
“Que la frontera tiene que estar protegida y nosotros como estado fronterizo, tuvo mucho poder el decir que la frontera es peligrosa, que la droga entra por aquí, que todos los mexicanos que se quedan con sus visas en Estados Unidos son demasiados, que había que controlar no solo a los que entran indocumentados, sino también a los documentados y se quedan en Estados Unidos, fue uno de los temas que causaron miedo, por eso la reacción de las personas que viven en Arizona, de sentir que viven en un estado peligroso”, dijo.
Arévalo, de origen mexicano pero con estudios profesionales en Arizona, aceptó que en Tucson les afecta a toda comunidad mexicana, porque saben que estas personas no son criminales ni narcotraficantes, son miembros de nuestra comunidad, gente que va a las escuelas, como los soñadores, en quienes se ha invertido como país mucho dinero, porque están aquí desde chicos y todos pagan impuestos estatales para que ellos puedan ir a las escuelas.
“Hemos tenido mucho pánico, ellos siente que no podrán continuar con sus sueños y trabajos, la mayoría han tenido cambios drásticos en sus familias, son los que apoyan y mantienen económicamente, hay soñadores que están en universidades, terminando carreras, maestrías o doctorados, muchos con honores, económicamente establecidos y esto cambiaria todo, por eso tienen este miedo”, comentó.
Manifestó que hay organizaciones locales que ya han pasado por situaciones similares, que en caso de que se remueva esta acción ejecutiva, ya están estas para parar y hacer apelaciones, porque no sea un cambio inmediato, se les pide calma, que las renueven y que no es prioridad del nuevo presidente electo.
Actualmente hay entre 50 a 55 mil “Dreamers” en Arizona, Tucson es una ciudad importante para esta población.
Estos “Dreamers” tienen permiso de trabajo bajo la solicitud denominada como DACA, bajo la categoría C33, que cumple con los requisitos que el Presidente Barack Obama promovió en el 2012.