CDMX
Parece chiste, pero es cierto; un oso negro juguetón se convirtió en el protagonista de un video viral al irrumpir en una parrillada familiar en Tennessee (Estados Unidos) y devorar nada menos que 10 hamburguesas… ah, pero eso sí, con un refresco Light.
El insólito incidente fue captado en un video compartido por el usuario de TikTok la usuaria @mermell7197, quien expresó su asombro con las palabras: "Los malditos osos se comieron nuestra cena esta noche". La grabación, que se volvió viral en cuestión de horas, muestra al astuto oso olfateando la barbacoa antes de abrir la tapa y descubrir las deliciosas hamburguesas cocinándose.
Sin perder tiempo, el hambriento intruso se lanzó sobre las hamburguesas, devorándolas directamente de la parrilla. Además, un compañero de cuatro patas también se unió a la fiesta, husmeando detrás de la parrilla en busca de tesoros culinarios. Pero la historia no termina ahí: una vez que el oso terminó su festín, decidió disfrutar de un refresco y derribó una lata de refresco light. Con una habilidad asombrosa, lamió la bebida gaseosa como si fuera un experto catador.
En el video, no se ven rastros de los propietarios de la parrilla, lo que ha llevado a la especulación sobre si estaban escondidos o si simplemente dejaron la comida desatendida, sin imaginar que serían testigos de una visita tan inusual.
Los expertos en vida silvestre explican que este tipo de comportamiento es común en los osos, especialmente en esta época del año. Los osos, en preparación para la hibernación, buscan fuentes de comida para ganar peso rápidamente. Sin embargo, este travieso oso llevó su búsqueda de alimento a un nivel completamente nuevo, dejando a todos con la boca abierta.
Este no es el único incidente protagonizado por osos curiosos en las últimas semanas. En un video captado por cámaras de seguridad, otro oso fue visto entrando a una tienda de conveniencia en Vancouver y huyendo con un paquete de… ¿ositos de goma? Sí, parece que estos astutos animales tienen un gusto especial por las golosinas. En un relato cargado de humor y sorpresa, estos osos han demostrado que cuando se trata de saciar su apetito, no hay límites ni obstáculos que los detengan.