Un oscuro relato de tragedia familiar emergió en São Paulo, en Brasil. Un impactante suceso sacudió a la comunidad cuando un adolescente de 16 años confesó a las autoridades haber matado a su padre, madre y hermana, su familia adoptiva. Según el informe policial, utilizó el revólver perteneciente a su papá. El adolescente realizó una llamada para entregarse tras cometer el horrendo acto después de 3 días.
Las autoridades se movilizaron hacia la residencia familiar, ubicada en la Rua Raimundo Nonato de Sa, donde encontraron al adolescente en un estado de conmoción. Fue entonces cuando, entre sus palabras entrecortadas, confesó haber perpetrado los crímenes. Los habría asesinado con motivo de una explosión de ira desencadenada por la confiscación de su teléfono móvil por parte de sus padres.
Los cuerpos de Isac Tavares Santos, de 57 años, Solange Aparecida Gomes, de 50 años, y Letícia Gomes Santos, de 16 años, fueron encontrados ya en avanzado estado de descomposición y marcados por heridas de bala. El relato del adolescente dejó entrever un historial de conflictos soterrados con sus padres, quienes lo habían adoptado. Alegaba que sus padres planeaban su muerte al confiscar su celular.
El viernes fatídico, en un acto de desesperación y desesperanza, el joven tomó el arma de su padre y, sin mediar palabra, descargó su furia sobre él mientras este estaba de espaldas en la cocina. Su hermana, alertada por el estruendo, acudió en su auxilio solo para ser recibida por una bala mortal en el rostro. La siniestra narrativa continuó con la confesión del adolescente, quien relató haber esperar el regreso de su madre.
A quién, en cuanto esta se topó con el trágico cuadro de sus seres queridos fue asesinada. La atrocidad no cesó ahí, pues al día siguiente el joven perpetró un último acto de horror al profanar el cuerpo de su madre con un cuchillo. El caso, catalogado como un conjunto de delitos que estremecen a la sociedad, incluyendo homicidio, feminicidio, posesión ilegal de armas de fuego restringidas y profanación de cadáveres.