Otro ejemplo del modus operandi del tráfico ilegal de animales ocurrió en el control de aduanas de Huangguang, China. Un pasajero fue detenido por llevar más de 100 serpientes escondidas en sus pantalones. El hombre llevaba en total 104 serpientes vivas de diferentes especies.
Las autoridades de aduanas informaron que detectaron el comportamiento sospechoso del pasajero y optaron por revisarlo siguiendo el protocolo reglamentario. Durante el chequeo, descubrieron que en sus pantalones había seis bolsas atadas y selladas con cinta adhesiva, y dentro de ellas se encontraban todas las serpientes.
Lo más probable es que el pasajero, cuyo nombre se mantiene anónimo, sea condenado por tráfico ilegal de animales. Sin embargo, su condena podría ser mayor ya que en China se prohíbe estrictamente la introducción de especies no nativas sin un permiso especial, y varias de las especies de serpientes que llevaba no eran nativas de China.
Según un informe de Ballard Brief, los traficantes también tienen pocas posibilidades de ser atrapados; se estima que solo el 10% de los involucrados son capturados y solo el 4% son condenados. Ya sea intencionalmente o no, las políticas no actualizadas, así como la falta percibida y real de aplicación, han contribuido al problema actual del tráfico de animales silvestres en China.
China ocupa uno de los primeros lugares en el mundo en el tráfico ilegal de animales, según informes de organizaciones internacionales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).