La vicepresidenta Kamala Harris ha estado en el ojo del huracán desde que asumió el cargo de coordinadora de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. Algunos la acusan de haber esquivado la responsabilidad, centrándose en inversiones a largo plazo en lugar de enfrentar la situación inmediata. Otros, sin embargo, la aplauden por sus esfuerzos para fomentar la inversión en los países del Triángulo Norte, especialmente en El Salvador, Guatemala y Honduras.
En 2021 y 2022, Kamala Harris visitó México y Centroamérica, incluyendo Guatemala en junio de 2021, donde advirtió a los migrantes: “No vengan a Estados Unidos". En una entrevista con Lester Holt de NBC, defendió no haber visitado la frontera entre EE.UU. y México, comparando la situación con no haber estado en Europa. Esta declaración fue usada en el primer anuncio de campaña de Donald Trump contra Harris, acusándola de responsabilidad en muertes por sustancias ilícitas y delitos cometidos por inmigrantes ilegales.
Kamala Harris ha defendido su historial y su campaña lanzó un anuncio en el que promete contratar miles de agentes fronterizos adicionales y combatir el uso de sustancias ilícitas y el tráfico de personas si es elegida presidenta. Los demócratas han criticado a Trump por bloquear un proyecto de ley de inmigración bipartidista a principios de este año, que habría aumentado la financiación para la seguridad fronteriza y añadido personal a Aduanas y Protección Fronteriza.
El senador republicano Rick Scott cuestionó si la Casa Blanca debe recibir crédito por las inversiones, afirmando que las empresas invierten por motivos económicos, no por solicitudes gubernamentales. Por otro lado, la campaña de Harris y la Casa Blanca atribuyen la disminución de la migración desde el Triángulo Norte a sus esfuerzos. Sin embargo, analistas independientes sugieren que la reducción podría ser resultado de factores regionales, como las políticas del nuevo presidente de El Salvador, que reportó una caída del 70% en los homicidios en 2023.