En California, el agua que va por el desagüe podría terminar siendo la misma que bebes. Así es, las aguas residuales tratadas en el estado dorado, antes destinadas a pistas de hielo, complejos de esquí y cultivos, pronto podrían llegar a los grifos de la cocina.
Los reguladores de California aprobaron nuevas normas para permitir el reciclaje de aguas residuales para el suministro de agua potable. Este cambio histórico marca un punto de inflexión para un estado que ha luchado durante décadas para asegurar una fuente confiable de agua potable. California, con más de 39 millones de habitantes, ha experimentado múltiples sequías extremas en las últimas décadas, la última de las cuales, según los científicos, fue la más seca en los registros históricos.
El agua es muy valiosa en California. Es importante que la usemos más de una vez, comentó Jennifer West, directora general de WateReuse California.El estado ya ha utilizado aguas residuales recicladas durante décadas, pero no para consumo humano directo. Equipos de hockey de ligas menores han utilizado el agua tratada para hacer hielo, los complejos de esquí han creado nieve con ella y los agricultores la han empleado para regar sus cultivos.
El condado de Orange, por ejemplo, opera un sistema de purificación de agua a gran escala que recicla aguas residuales para rellenar acuíferos subterráneos. El agua se mezcla con el agua subterránea durante meses antes de ser bombeada y utilizada para beber. Las nuevas normas de California permitirán, pero no obligarán, a las agencias proveedoras de agua a tomar aguas residuales, tratarlas y usarlas para el suministro de agua potable. California será el segundo estado en permitir esto, después de Colorado.
Las nuevas normas exigen que las aguas residuales se traten para eliminar todos los patógenos y virus, incluso los que no se conocen. Este tratamiento es más estricto que los métodos tradicionales de tratamiento de agua potable, que solo requieren el tratamiento contra patógenos conocidos.
La calidad del agua potable es la misma, y probablemente mejor en muchos casos, señaló Darrin Polhemus, subdirector de la división de agua potable de la Junta de Control de Recursos Hídricos de California.El cambio en las normas representa un avance significativo en la gestión de recursos hídricos en California. Si bien los desafíos de la sequía persisten, el uso de aguas residuales recicladas para consumo humano podría ayudar a aliviar la presión sobre las fuentes de agua existentes y ofrecer una solución sostenible para el futuro.