El caso de Amber Spradlin, de 39 años, encontrada sin vida en la casa del dentista Michael McKinney II en Prestonsburg, Kentucky, ha adquirido una nueva dimensión. Las autoridades han presentado cargos adicionales contra McKinney II y su hijo, Michael McKinney III, por manipulación de pruebas en el lugar del crimen.
El padre, dentista de profesión, había sido liberado después de pagar una fianza de 250,000 dólares por cargos similares. Su hijo de 24 años permanece detenido con una fianza de 5 millones de dólares. Además, Josh Mullins, de 23 años, también detenido, enfrenta los mismos cargos. Los tres hombres fueron acusados de un cargo adicional de manipulación de pruebas el 14 de agosto, según documentos judiciales.
La acusación sostiene que, tras el asesinato de Spradlin, los McKinney y Mullins destruyeron evidencia, incluyendo ropa ensangrentada, el mango de un cuchillo utilizado en el crimen y una cámara de seguridad que habría registrado el asesinato.
La familia de Spradlin ha presentado una demanda civil contra el condado, la ciudad de Prestonsburg, el departamento de policía local, los McKinney y Mullins. La demanda acusa a las autoridades de negligencia y obstrucción de la justicia, alegando que la muerte de Spradlin podría haberse evitado si se hubiera realizado una verificación de bienestar tras dos llamadas al 911.
La familia sostiene que, aunque se solicitaron servicios de emergencia, no se atendió la situación y el caso no se reportó hasta después de los intentos de encubrimiento del crimen. Las investigaciones están en curso para aclarar los detalles del caso y la posible participación de los acusados.