En Dallas, Texas un domingo por la noche, una cena familiar se convirtió en una tragedia. La familia, que regresaba a casa tras una entrega de DoorDash, se encontró en medio de un escalofriante caso de furia al volante. Mientras giraban por una calle cercana a la Interestatal 30 y Ferguson Road, su camino se cruzó con Jason Cain, de 50 años, quien conducía su motocicleta.
Al parecer, un pequeño roce, un volante que se movió y un claxon, desataron una reacción brutal. Cain, con un gesto de furia inaudita, dio la vuelta, sacó un arma y disparó contra el vehículo familiar. Una niña de dos años, que estaba en el asiento trasero, recibió un disparo. El pánico se apoderó del vecindario. Jessica Huseman, vecina del lugar, relató cómo la madre de la niña gritaba desesperada:
"¡Le dispararon a mi bebé! ¡Le dispararon a mi bebé!". Huseman, al ver a la pequeña bañada en sangre, les indicó que se dirigieran inmediatamente al hospital mientras llamaba al 911. Las autoridades llegaron rápidamente al lugar. Testimonios de otros vecinos confirmaron la versión de la familia. Describieron cómo vieron a Cain, en su motocicleta con un perro en el sidecar, persiguiendo al sedán gris.
Habían presenciado el momento en que el motociclista sacó su arma y disparó dos veces. La policía, después de identificar a Cain como el sospechoso, encontró pruebas contundentes en su casa. No solo armas de fuego, incluyendo armas automáticas, sino también símbolos satánicos y nazis. Las autoridades buscan ahora justicia para la niña, quien afortunadamente se encuentra estable, aunque su estado de salud es incierto.
Cain enfrenta cargos de lesiones a un menor y tres cargos de agresión agravada con un arma mortal. La investigación continúa, buscando respuestas.