El jueves por la noche, en el barrio de Oak Cliff, un hombre identificado como Jeremy Cobb-Bey emboscó a los oficiales, disparándoles a quemarropa. El oficial Jamie Farmer recibió un disparo en la pierna y se recupera en casa, mientras que la oficial Karissa David, quien recibió un impacto en la cara, lucha por su vida en el hospital.
El jefe de policía de Dallas, Eddie García, calificó el incidente como un ataque premeditado, señalando que Cobb-Bey había realizado publicaciones en redes sociales que apuntaban a un posible acto violento. "Nuestros oficiales fueron víctimas de un acto cobarde", afirmó el jefe García en una conferencia de prensa. "Y por ninguna otra razón que el uniforme que llevan con orgullo".
Tres días antes del tiroteo, Cobb-Bey se acercó a un oficial en un vehículo patrulla sin distintivos, cuestionándolo sobre su presencia en el lugar. Esta interacción fue grabada y, junto con otras publicaciones crípticas en sus redes sociales, alertó a los detectives sobre la posible amenaza. Las autoridades encontraron en el lugar variedad de armas, todas adquiridas legalmente.
Las autoridades están investigando el tiroteo, y la Oficina de Supervisión de la Policía Comunitaria ha sido notificada. Las imágenes de las cámaras corporales y del tablero de los vehículos policiales serán publicadas la próxima semana, lo que arrojará más luz sobre este trágico acontecimiento.