Una lluvia de balas cercenó la vida de Ariana Molina, una niña de solo nueve años, y dejó diez heridos, entre ellos tres menores de edad. La celebración por la confirmación de una hermana se convirtió en un escenario de horror, donde la inocencia de la pequeña Ariana se vio truncada por la violencia.
La investigación, un laberinto de dolor y búsqueda de justicia, ha llevado a la detención de Octaviano 'N', de 39 años. Las autoridades le imputan un cargo de homicidio en primer grado y diez cargos de intento de homicidio. El peso de la tragedia recae sobre sus hombros, mientras la comunidad busca respuestas.
Las imágenes de la familia Molina, desconsolada por la pérdida de Ariana, se han grabado en la memoria de Chicago. El padre de la niña, José Molina, ha relatado el infierno que vivieron aquel día, con Ariana y su madre, herida de bala en la espalda, en el jardín, y sus dos sobrinos, de uno y siete años, también heridos.
Mientras la familia se encuentra conmocionada y sumamente entristecida por la gran tragedia por la que han vivido, la noticia del arresto de Octaviano ha despertado una mezcla de alivio y esperanza para ellos y para la comunidad.