La administración Biden está considerando medidas que complicarían el levantamiento de las estrictas restricciones de asilo impuestas en junio. Estas medidas están destinadas a hacer que sea casi imposible revertir la política, que ha cerrado efectivamente el acceso al sistema de asilo estadounidense para los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
Las restricciones impuestas por Biden han resultado en la menor cantidad de cruces fronterizos no autorizados en los últimos cuatro años. La política establece que las solicitudes de asilo solo pueden ser consideradas si los inmigrantes entran al país por un puerto de entrada oficial con una cita previa, con algunas excepciones limitadas para niños no acompañados, víctimas de trata y emergencias médicas graves.
Los cambios propuestos incluyen un umbral más riguroso para desactivar las restricciones. En lugar de un promedio de siete días de cruces fronterizos ilegales diarios por debajo de 1,500, el nuevo umbral requeriría que esta cifra se mantenga por debajo de 1,500 durante 28 días. Además, los cálculos para determinar el umbral incluirían a todos los niños no acompañados, no solo a aquellos de México.
Desde la implementación de estas normas, ha habido una disminución en el número de inmigrantes liberados para tramitar sus solicitudes de asilo en Estados Unidos, y un aumento en la cantidad de personas enfrentando deportación acelerada y una prohibición de ingreso a Estados Unidos por cinco años. Estos cambios se implementarían a través de reglamentos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del Departamento de Justicia (DOJ).