Durante su visita a Indonesia, el líder religioso enfatizó la importancia de las familias numerosas, alabando a las familias con tres, cuatro o cinco hijos como un ejemplo para otras naciones. Sin embargo, sus palabras tomaron un giro inesperado al dirigirse a las parejas sin hijos que prefieren cuidar de gatos y perros, con una frase que generó indignación: "Esto no puede ir bien".
Estas declaraciones se enmarcan dentro de un discurso que el Papa ha mantenido durante su papado, donde ha instado a las parejas a priorizar los hijos sobre las mascotas, considerando la tendencia a la falta de hijos como un problema social significativo. En el pasado, el Papa Francisco ha expresado su frustración al observar que las personas tratan a sus mascotas como si fueran sus hijos, recordando un incidente en 2023 donde una mujer le pidió que bendijera a un perro al que llamaba "bebé". En esa ocasión, el Papa mencionó: "Perdí la paciencia y la regañé".
Francis ha sido un crítico abierto de la disminución de las tasas de natalidad en Occidente, particularmente en Europa, donde la tasa de fertilidad ha caído a 1.5 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo de 2.1. Este cambio ha sido descrito por el Papa como responsable de hogares "tristes", donde el enfoque en las mascotas reemplaza la alegría y la responsabilidad de criar una familia.
Sin embargo, las palabras del Papa han desatado una ola de críticas en las redes sociales, con muchas personas argumentando que sus comentarios son hipócritas, ya que él mismo "eligió su carrera por encima de tener hijos". Harriet Morton-Liddle, cofundadora de Nugget Savings, una compañía dedicada a transformar el pago de la licencia parental, declaró a FEMAIL que los comentarios del Papa son "insensibles" y "totalmente fuera de contacto con los desafíos modernos que enfrentan las personas".
Morton-Liddle agregó: "Lo decepcionante de este tipo de comentarios es que la culpa siempre recae en las mujeres y los individuos, en lugar de analizar las causas del problema". Las declaraciones del Papa Francisco han reavivado el debate sobre la familia, la maternidad y los valores tradicionales en un mundo que se enfrenta a rápidos cambios sociales y económicos.