En el centro de la polémica se encuentra Michael Smith, un hombre de 52 años de Cornelius, Carolina del Norte, quien fue arrestado y acusado de asociación ilícita para cometer fraude electrónico, fraude electrónico y lavado de dinero.
Smith, al parecer, encontró en la inteligencia artificial un arma para manipular el sistema de regalías de las plataformas de streaming. Su estrategia consistía en dos etapas: primero, utilizando robots de IA, transmitía sus propias canciones de manera continua, lo que le generó más de 1.2 millones de dólares al año en regalías. Sin embargo, las plataformas, con su tecnología antifraude, detectaron este patrón inusual.
Ante la detección de la primera estrategia, Smith se valió de la sofisticación de la IA para llevar su plan a un nivel superior. En lugar de transmitir una sola canción miles de veces, creó cientos de miles de canciones con títulos y nombres de artistas aleatorios, y miles de bots que se encargaban de transmitirlas miles de millones de veces.
Para eludir la detección, Smith también empleó VPN para que pareciera que la "creación" y "escucha" de estas canciones se originaba en diferentes partes del mundo, cuando en realidad todo sucedía desde su propia casa.
Con este esquema, Smith logró engañar a las plataformas de streaming por más de 10 millones de dólares.