Un estudio reciente publicado en la revista JAMA revela un aumento significativo en el número de mujeres que optan por someterse a una ligadura de trompas, un procedimiento que implica cortar y atar las trompas de Falopio para evitar futuros embarazos.
Este incremento se ha observado especialmente en estados donde el aborto está prohibido. El estudio, que analizó datos de seguros de aproximadamente 4.8 millones de mujeres en 36 estados y Washington D.C., muestra que el aumento en las ligaduras de trompas comenzó a intensificarse en la segunda mitad de 2022, coincidiendo con la anulación de Roe contra Wade.
Los investigadores clasificaron los estados en "prohibidos", "limitados" o "protegidos" en función de sus leyes sobre aborto y encontraron que los estados con prohibiciones al aborto experimentaron un aumento mensual del 3% en estos procedimientos.
Este hallazgo se suma a investigaciones previas que también han documentado un incremento en las esterilizaciones tras el cambio en la legislación sobre el aborto. Un estudio anterior publicado en abril encontró un aumento en las ligaduras de trompas entre mujeres jóvenes y en las vasectomías entre hombres del mismo grupo etario, sugiriendo una tendencia general hacia métodos de esterilización permanente.
Jacqueline Ellison, autora del estudio de abril, destaca la importancia de desglosar los datos por estado para entender mejor los efectos de los cambios en las leyes de aborto. A diferencia de su estudio, el nuevo análisis permite una visión más detallada del impacto regional en la decisión de optar por la ligadura de trompas.
El doctor Clayton Alfonso, ginecólogo en la Universidad de Duke, confirma que ha observado un aumento en la demanda de ligaduras de trompas en su práctica, especialmente en el periodo posterior al fallo de la Corte Suprema. Muchas pacientes temen que los anticonceptivos no sean efectivos y prefieren la esterilización como una forma de garantizar el control sobre su capacidad de embarazo en caso de que el aborto se vuelva inaccesible.
Este estudio demuestra que las decisiones de la Corte Suprema tienen un impacto directo en la vida de las mujeres, especialmente en sus decisiones reproductivas. El aumento en las ligaduras de trompas, aunque podría ser un método efectivo para prevenir embarazos no deseados, plantea interrogantes sobre el acceso a la atención médica y la libertad reproductiva en los Estados Unidos.