Un niño de 11 años fue rescatado el lunes por la mañana tras haber quedado atrapado entre dos rocas cerca de su escuela en Windsor, New Hampshire. El rescate se llevó a cabo después de que el menor estuviera atrapado durante más de nueve horas, desde que se resbaló el domingo por la noche mientras exploraba un área rocosa en el campus de la Escuela Wediko, un centro de tratamiento residencial.
Según un comunicado de la escuela, el niño estaba bajo supervisión cuando ocurrió el accidente, pero los esfuerzos del personal para liberarlo fueron infructuosos, lo que llevó a que se llamaran a los servicios de rescate de emergencia. Los rescatistas llegaron al lugar poco antes de las 6:00 p.m. del domingo y encontraron al niño atrapado en una grieta de gran tamaño.
El jefe de bomberos de Hillsborough, Kenny Stafford, informó que el equipo utilizó cuerdas y un lubricante para liberar al niño. En total, participaron rescatistas de al menos cinco comunidades, así como la policía estatal y el Departamento de Pesca y Caza. El batallón de bomberos de Manchester también contribuyó con un camión de rescate pesado y personal especializado.
Los rescatistas optaron por no intentar mover las grandes rocas, ya que esa opción podría haber agravado la situación. En su lugar, decidieron hacer un túnel debajo de la roca para acceder a los pies del niño, lo que les permitió empujarlo hacia arriba. Para facilitar el rescate, aplicaron jabón para platos y láminas reductoras de fricción en el cuerpo del niño.
El rescate fue exitoso y el niño fue llevado a un hospital para su evaluación. Posteriormente, fue dado de alta. El jefe del batallón de bomberos, Jon Fosher, destacó la colaboración de todos los equipos involucrados, lo que permitió liberar al niño de manera efectiva.