Desde hace cinco días, incendios forestales arden sin control en la región de Punilla, dejando más de 11 mil hectáreas en cenizas. Capilla del Monte, San Esteban, Los Cocos y La Cumbre son solo algunas de las localidades que sufren las consecuencias de este desastre ambiental.
Las imágenes son desoladoras. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) ha publicado imágenes satelitales que muestran la magnitud del daño, con estimaciones que superan las 10 mil hectáreas y que, según los expertos, aún podrían aumentar.
"Este incendio tiene el potencial de superar el devastador incendio de Villa Yacanto-El Durazno, que consumió casi 12 mil hectáreas recientemente en el Valle de Calamuchita", señala un experto en manejo de incendios forestales.
La preocupación aumenta al considerar la posibilidad de que muchos de estos incendios sean intencionales. Javier Peralta Ramos, un reconocido montañista, ha expresado su preocupación por esta posibilidad, una afirmación que también comparten las autoridades locales. "Las imágenes satelitales muestran focos de inicio de incendio en zonas muy poco probables de ser causados por causas naturales", explica Peralta Ramos.
Las autoridades han actuado con rapidez. Dos sospechosos han sido arrestados en relación con los incendios en Capilla del Monte. Uno de ellos, un hombre de 31 años, fue encontrado con un bidón de nafta, lo que sugiere una posible intención de provocar los incendios. El otro detenido, un joven de 19 años, también está bajo investigación por su posible vínculo con otro foco de incendio.
Esta crisis no es un hecho aislado. Córdoba ha visto una tendencia creciente en incendios forestales durante los últimos cinco años. En 2024, ya se han quemado más de 40 mil hectáreas, una cifra que se acerca a los 41 mil del año pasado, y que podría ser superada en los próximos días. Además de Punilla, otros siniestros significativos han afectado al cerro Champaquí y la zona entre La Calera y Malagueño.
Las brigadas forestales y bomberos trabajan sin descanso para controlar las llamas, apoyados por aviones hidrantes y equipos de tierra. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas dificultan su labor. Las autoridades han evacuado a los habitantes de las áreas afectadas y piden a la población que se mantenga alerta y siga las instrucciones de seguridad para evitar más tragedias.
Mientras las llamas siguen devorando las sierras cordobesas, la pregunta que se cierne en el aire es: ¿Quién o qué es responsable de este desastre? Las investigaciones siguen en curso, mientras la región se enfrenta a una crisis ambiental que podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo.