Se espera que el sistema, que podría convertirse en un huracán mayor, golpee la costa del Golfo de México el jueves.
De acuerdo con la orden emitida por DeSantis, existe una amenaza significativa de marejadas ciclónicas, inundaciones, erosión costera, fuertes lluvias, inundaciones repentinas y vientos dañinos en la costa del Golfo de Florida. Además, debido al huracán Debby del año pasado, los niveles freáticos y de los ríos en el norte y centro-oeste de Florida permanecen por encima de lo normal, por lo que las fuertes lluvias que se avecinan podrían causar inundaciones significativas.
El "potencial ciclón tropical nueve" se desplaza a 45 kilómetros por hora y se encuentra al sur-suroeste de Gran Caimán y al sureste de la punta de Cuba. Se han emitido alertas de tormenta tropical para Tulum (México) y provincias de Cuba.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. pronostica que el sistema se convertirá en huracán este miércoles y continuará fortaleciéndose mientras se mueve por el este del Golfo de México. Según un probable patrón de trayectoria, el centro del fenómeno meteorológico "se moverá a través del noroeste del Caribe hacia el sureste del Golfo de México en las próximas 48 horas", señaló el NHC.
Se espera que esta temporada de huracanes en el Atlántico sea una de las más activas e intensas en décadas, con la formación de hasta 25 tormentas y 13 huracanes, siete de estos de categoría mayor. Hasta el momento se han formado siete tormentas tropicales, de las cuales cuatro llegaron a la categoría de huracán.