"Las multitudes de ella 'son bastante grandes'", dijo Harris a sus donantes, haciendo referencia a las declaraciones de Trump sobre la asistencia a sus eventos. Esta no fue la primera vez que Harris contraataca a Trump durante la campaña.
En el debate presidencial, Harris pareció incomodar a Trump al mencionar que la gente solía irse de sus eventos antes de que terminaran debido a sus diatribas. Esta táctica, que se centra en las debilidades de Trump, ha sido una constante en la estrategia de Harris.
Harris también ha incursionado en el terreno que Trump considera suyo: la inmigración. Su visita a Douglas, Arizona, un poblado fronterizo, fue su primer viaje a la frontera entre Estados Unidos y México desde que asumió la candidatura presidencial del Partido Demócrata. Este viaje buscaba fortalecer su posición en un tema que Trump ha utilizado para atacar a los demócratas.
La gira de Harris por la costa oeste tuvo como objetivo principal consolidar su apoyo en estados sin una preferencia política clara, como Arizona y Nevada. En California, su estado de residencia, se dedicó a recaudar fondos.
La visita de Harris a la frontera provocó la ira de Trump, quien ha pasado los últimos días de campaña criticándola sin descanso. La llamó "discapacitada mental" y la acusó de ser responsable de la "invasión" fronteriza, utilizando argumentos infundados sobre la anarquía que, según él, fomentaría si fuera elegida.
Ante estos ataques, Harris ha respondido con su habitual sarcasmo, calificando las críticas de Trump como "el viejo y desgastado espectáculo y la misma obra desgastada de siempre".
A pesar de la fuerte campaña de Trump, Harris se muestra confiada en su victoria. "Las elecciones ya llegaron y permítanme ser clara. Vamos a ganar", declaró en Los Ángeles, donde se reunió con un grupo de celebridades que apoyan su candidatura.
El evento de recaudación de fondos, que contó con la presencia de Stevie Wonder, Keegan Michael-Key, Sterling K. Brown, Demi Lovato, Jessica Alba y Lily Tomlin, logró recaudar $55 millones de dólares para la campaña de Harris.
El respaldo de Harris también se extiende al ámbito republicano. Jeff Flake, exsenador por Arizona, se unió a la lista de republicanos contrarios a Trump que han declarado su apoyo a Harris. Flake le atribuyó un "buen carácter y amor por el país", y afirmó que quiere un presidente que no trate a sus adversarios políticos como enemigos.
La campaña de Harris continúa sumando apoyos, mientras que Trump intensifica sus ataques. La contienda electoral se intensifica cada vez más, y el resultado aún permanece incierto.