Delpeche fue una de las cuatro personas alcanzadas por los disparos de los agentes que abrieron fuego el 15 de septiembre en la estación de tren "L" de la avenida Stutter en Brownsville. El abogado de Delpeche, Nick Liakas, declaró en un comunicado: “No hay cantidad de dinero que pueda compensar el daño que ha sufrido Gregory; sólo podemos esperar hacer su vida más llevadera proporcionándole los recursos suficientes para atender todas sus necesidades médicas”. La familia de Delpeche afirma que sigue en el hospital en estado crítico.
La demanda argumenta que los agentes del Departamento de Policía de Nueva York actuaron de manera irresponsable y causaron un daño irreparable a Delpeche, un inocente transeúnte. El abogado Liakas también pide que se consideren cambios importantes en las políticas, incluyendo la eliminación del uso de pistolas Taser, calificándolas de “altamente ineficaces contra civiles”.
El incidente ocurrió mientras los agentes intentaban someter a Derell Mickles, quien supuestamente entró en la estación sin pagar la tarifa y llevaba un cuchillo. Las imágenes de la cámara corporal publicadas por la policía muestran que los agentes primero intentaron usar la pistola eléctrica, pero esta no funcionó. Posteriormente, sacaron sus armas y dispararon. Mickels se declaró no culpable de los cargos que enfrenta, incluyendo intento de agresión, en un tribunal de Brooklyn el mes pasado.
En la demanda, la familia de Delpeche alega que los agentes no estaban justificados para usar armas de fuego, y que el uso de pistolas Taser como último recurso era una práctica peligrosa. La demanda busca compensar los gastos médicos, los daños por dolor y sufrimiento, y el daño a la reputación de Delpeche.
El incidente ha desatado un debate sobre la violencia policial y el uso de armas de fuego en la Ciudad de Nueva York. La familia de Delpeche espera que esta demanda sirva para exigir justicia y para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.