El ex presidente Donald Trump, en una entrevista reciente, insistió en que el ataque, que dejó un saldo de 140 policías agredidos y 4 muertos, no fue un día de violencia, sino un día de amor.
Para entender mejor la postura de Trump, es necesario recordar que, a pesar de que el ataque ocurrió el 6 de enero, el ex presidente había enviado un tuit el 19 de diciembre de 2020 que decía: "Gran protesta en D.C. el 6 de enero. ¡Estén ahí, será salvaje!". El mismo día del ataque, Trump, lejos de condenar la violencia, se limitó a decir que sus seguidores se habían comportado de manera pacífica y patriótica.
Las palabras de Trump contrastan con la realidad del ataque al Capitolio. La policía del Capitolio declaró el inicio de un motín a la 1:49 p.m. del 6 de enero, y la policía de D.C. solicitó la asistencia inmediata de la Guardia Nacional. En medio del ataque, Trump tuiteó: "Por favor, apoyen a nuestra policía del Capitolio y a las fuerzas del orden. Ellos realmente están del lado de nuestro país. ¡Manténganse en paz!". Sin embargo, no instó a sus seguidores a retroceder.
Solo a las 4:17 p.m., Trump instó en redes sociales a los manifestantes a irse a casa, reiterando falsamente que la elección había sido robada. Esta narrativa de fraude electoral, la cual Trump ha repetido en numerosas ocasiones, no tiene fundamento. A pesar de que Trump afirmó que sus seguidores no llevaban armas, documentos de la corte, fotos y videos demuestran que varios manifestantes sí las portaban, además de otras armas como cuchillos y bates.
El ataque al Capitolio, sin duda, es uno de los sucesos más controvertidos de la historia reciente de Estados Unidos. Las declaraciones de Trump, lejos de aclarar lo sucedido, parecen generar más controversia y polarización.