El gobernador Greg Abbott, en una declaración a medios locales, describió al Tren de Aragua como "terroristas", destacando que representan una "amenaza grave" para Texas y el país. Abbott anunció un aumento de las medidas de seguridad en ciertas regiones, junto con la creación de un equipo especial para combatir la expansión de la banda.
El Departamento de Policía de Dallas ha confirmado la participación del Tren de Aragua en varios delitos en la ciudad, particularmente en el centro y el norte. Se ha solicitado la colaboración de los residentes para informar cualquier actividad sospechosa al 911.
La Alianza de Alguaciles de EU ha expresado su preocupación, advirtiendo que el Tren de Aragua "permite a sus miembros atacar a policías estadounidenses", lo que ha impulsado una intensificación de las medidas de seguridad. La Administración de Control de Drogas (DEA) también ha comunicado que está monitoreando la amenaza del Tren de Aragua para evitar la expansión del tráfico de drogas.
La presencia de esta banda delictiva en Texas ha generado un clima de tensión e incertidumbre, lo que ha llevado a un aumento de las medidas de seguridad y la colaboración ciudadana.