Este enfrentamiento, que tiene sus raíces en la Revolución Islámica de 1979, se ha transformado en una "guerra en la sombra" con ataques encubiertos, asesinatos selectivos y una creciente escalada de violencia.
En 1979, la Revolución Islámica de Irán, liderada por Ruhollah Jomeini, cambió el panorama regional. El nuevo régimen, que se presentaba como defensor de los oprimidos y combatiente del "imperialismo" estadounidense, rompió relaciones con Israel y adoptó la causa palestina como propia.
Para Teherán, Israel se convirtió en el "pequeño Satán", aliado del "gran Satán", Estados Unidos. Israel, por su parte, acusó a Irán de financiar grupos "terroristas" y de perpetrar ataques contra sus intereses, impulsado por el antisemitismo de los ayatolás.
La rivalidad entre estos "archienemigos" ha dejado un saldo brutal, con la muerte de miles de personas, a menudo resultado de acciones encubiertas en las que ambos países niegan su participación.
La guerra en Gaza y Líbano ha exacerbado esta enemistad. La intervención militar israelí en Gaza contra Hamás, que perpetró ataques terroristas en octubre de 2023, y la ofensiva contra Hezbolá en Líbano, que cobró la vida de Hassan Nasrallah y otros líderes del partido-milicia, han avivado la tensión.
El ataque iraní contra Israel el 1 de octubre de 2024, en respuesta a las acciones israelíes en Líbano y Gaza, desencadenó una nueva ola de violencia. Israel respondió con un "ataque preciso" contra objetivos militares en Irán el pasado sábado, dejando dos soldados iraníes muertos.
Las últimas semanas han sido testigo de un peligroso intercambio de ataques. El pulso entre Irán e Israel es cada vez más peligroso, y el riesgo de un enfrentamiento directo se intensifica.