El mosquito Aedes aegypti, con sus distintivas rayas blancas y negras, se ha convertido en un invasor silencioso que está cambiando el panorama de las enfermedades en California.
Este pequeño insecto, introducido desde el sudeste de Estados Unidos, ha encontrado un hogar ideal en el sur de California, aprovechando las temperaturas invernales más suaves y las condiciones propicias para su reproducción. El resultado es un aumento sin precedentes en la población de Aedes aegypti, que ha traído consigo un nuevo peligro: el dengue.
Este año, por primera vez, se registraron casos de dengue adquiridos localmente en California del Sur. Ocho personas contrajeron la enfermedad sin haber viajado a zonas endémicas, un dato que ha encendido las alarmas entre las autoridades sanitarias.
"La combinación de un clima más cálido y la presencia de este mosquito ha dado lugar a un número sin precedentes de casos", explica Aiman Halai, director de la Unidad de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.
El dengue, una enfermedad endémica en regiones tropicales y subtropicales, está viendo un aumento mundial en los últimos años. En 2024, hasta julio, se reportaron más de diez millones de casos a nivel global, diez veces más que a principios de la década de 2000. Esta escalada no es ajena al cambio climático, que está creando condiciones favorables para la proliferación de mosquitos.
Las autoridades sanitarias del condado de Los Ángeles están tomando medidas para controlar la población de Aedes aegypti, pero la lucha contra este invasor es una batalla compleja. "Lo que no queremos es una pandemia de dengue en el sur de California", comenta Kim Shriner, directora médica de Prevención y Control de Infecciones en Huntington Health.
La prevención es la clave, y para ello, las autoridades recomiendan:
- Evitar las picaduras de mosquitos: Usar repelente de insectos con DEET, picaridina o aceite de eucalipto de limón. Vestir ropa de manga larga y pantalones largos.
- Proteger el entorno: Usar mosquiteros en ventanas y puertas. Dormir bajo mosquiteros si la habitación no está protegida.
- Eliminar criaderos de mosquitos: Vaciar, fregar o descartar objetos que puedan acumular agua, como neumáticos, cubetas, macetas y otros recipientes.