Estos "swing states", como se les conoce, son cruciales debido al sistema de Colegio Electoral que rige las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Pensilvania, con sus 20 votos electorales, se posiciona como el estado más importante en la contienda. Con una población diversa, Pensilvania refleja las tensiones sociales y económicas que atraviesan los Estados Unidos. Es aquí donde el voto latino, particularmente de origen dominicano y puertorriqueño, podría ser decisivo. Más de un millón de latinos viven en Pensilvania, y muchos de ellos se concentran en los condados al este de Filadelfia, convirtiendo a la región en un "Cinturón Latino" con un potencial político significativo.
Otros estados clave que definirán el resultado de las elecciones son Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Arizona, Wisconsin y Nevada. Cada uno de estos estados presenta características únicas que los convierten en campos de batalla políticos:
- Georgia: Con una población afroestadounidense considerable, Georgia fue clave para la victoria de Joe Biden en 2020.
- Carolina del Norte: La proporción de población afroestadounidense y su amplia población rural hacen de Carolina del Norte un estado de alto interés para ambas campañas.
- Míchigan: Con una significativa población árabe-estadounidense en Dearborn, la posición de Estados Unidos en el conflicto con Israel podría ser un factor importante en la decisión de voto.
- Arizona: La creciente población latina, la inmigración y el acceso al aborto son temas de gran debate en Arizona, un estado con una historia de cambios demográficos y políticos.
- Wisconsin: El estado se ha convertido en un punto de contención entre las fuerzas progresistas y conservadoras, con la economía y la situación laboral como puntos de conflicto.
- Nevada: La economía, particularmente la situación del turismo en Las Vegas, es un tema central en Nevada. La creciente población latina también convierte al estado en un punto de interés para las campañas.