En medio de la contienda, un nuevo capítulo de espionaje y ciberseguridad ha surgido, con acusaciones directas hacia China.
Investigadores de seguridad nacional han descubierto que hackers chinos han logrado infiltrarse en los sistemas de telecomunicaciones estadounidenses. Este acto de ciberespionaje ha tenido como objetivo la información personal de figuras clave, incluyendo al expresidente Donald Trump y su compañero de fórmula, el senador JD Vance.
La preocupación radica en la naturaleza de los datos que los hackers podrían haber obtenido. Los registros de llamadas, mensajes de texto y la frecuencia de comunicación con ciertos contactos representan un tesoro valioso para una agencia de inteligencia extranjera. Esta información podría ser utilizada para influir en la opinión pública, comprometer operaciones políticas y hasta sabotear estrategias electorales.
La investigación, aún en curso, ha revelado que el equipo de campaña de Trump recibió alertas sobre posibles ataques a sus dispositivos. Sin embargo, no se ha confirmado si los hackers lograron acceder al contenido de las comunicaciones o si aún permanecen dentro de los sistemas de Verizon.
Lo que sí se sabe es que la campaña de Trump también ha sido blanco de ciberataques de origen iraní, completando un panorama de amenazas internacionales que buscan influir en las elecciones estadounidenses.
Las autoridades de seguridad nacional se encuentran en alerta máxima, intentando evaluar el alcance del ataque y las posibles consecuencias para la seguridad nacional. La investigación sigue abierta, buscando determinar si los hackers lograron interceptar conversaciones telefónicas o mensajes de texto.
El hecho de que los sistemas de telecomunicaciones, pilar fundamental de la infraestructura crítica del país, hayan sido vulnerados aumenta la gravedad de este incidente. La información recopilada por los hackers podría utilizarse para influir en la opinión pública, manipular decisiones políticas y hasta sabotear estrategias electorales.
A pesar de las declaraciones del equipo de campaña de Trump, la Casa Blanca aún no ha emitido una declaración oficial sobre este incidente.