Donald Trump, en un mitin de clausura, desató una ola de ira contra el sistema político y legal que lo ha acusado y condenado.
El ambiente, desde el principio, fue cargado de tensiones. Un cómico abrió el evento con comentarios ofensivos hacia Puerto Rico, los hispanos, los judíos y los palestinos. Otros oradores se unieron a la ofensiva, comparando a Kamala Harris con "el Anticristo".
La misoginia y el racismo se apoderaron del escenario. Tucker Carlson, ex presentador de Fox News, se burló de la ascendencia de Harris inventando una etnia y llamándola "la primera samoano-malaya, exfiscala de California de bajo coeficiente intelectual".
El discurso de Trump, cargado de amenazas. El expresidente, en su discurso, prometió una era de "represalias" si gana las elecciones. Señaló a los migrantes como un "enemigo interno" y prometió procesar a quienes considera que "hicieron trampa" en las elecciones.
El evento se convirtió en una celebración del movimiento MAGA. La presencia de figuras como Hulk Hogan, Donald Trump Jr. y Elon Musk, junto a la participación de Melania Trump, reflejó la fuerza del movimiento que ha tomado el control del Partido Republicano.
Un discurso que se extendió más de lo previsto. La multitud, inicialmente entusiasta, comenzó a dispersarse a medida que el discurso de Trump se extendía por más de 78 minutos.
Las promesas de Trump y el apoyo del público. A pesar de la situación en Nueva York, marcada por la pandemia y la llegada de migrantes, las promesas de Trump de deportaciones masivas y sus ataques a los inmigrantes resonaron en muchos asistentes.
El mitin en el Madison Square Garden fue un reflejo de la polarización política en Estados Unidos. Un evento que dejó en evidencia la retórica incendiario de Trump y la fuerte base de apoyo que aún conserva.