Un edificio de cinco pisos en Beit Lahiya, que albergaba a familias palestinas desplazadas, se convirtió en el epicentro de la tragedia. Un ataque israelí, según fuentes del Ministerio de Salud de Gaza, dejó un saldo de al menos 60 personas muertas, un número escalofriante que refleja la gravedad del ataque. El horror se instaló en las calles cuando se confirmó que entre las víctimas se encontraban 12 mujeres y 20 niños, incluidos bebés, cuyos cuerpos se encontraron entre los escombros del edificio.
La noticia del ataque resonó como un golpe en el corazón de la comunidad internacional. La cifra de fallecidos, que incluye familias completas, como una madre con sus cinco hijos y otra con sus seis, aumenta la indignación y la necesidad de un llamado urgente a la paz.
El doctor Marwan al-Hams, director del departamento de hospitales de campaña del Ministerio de Salud, informó que 17 personas continúan desaparecidas, un dato que añade una capa de incertidumbre al trágico panorama. La búsqueda de sobrevivientes se ha intensificado en medio de las ruinas del edificio, donde se han recuperado decenas de cuerpos, pero la esperanza se desvanece con cada hora que pasa.
El ataque se suma a una lista creciente de tragedias en Gaza, donde la violencia se ha intensificado en las últimas semanas. La situación humanitaria se deteriora cada vez más, y los hospitales, como el Kamal Adwan en Beit Lahiya, se encuentran al borde del colapso, abrumados por el número de heridos. El Ministerio de Salud de Gaza ha denunciado que las fuerzas israelíes irrumpieron en el centro médico durante el fin de semana, deteniendo a decenas de médicos, un acto que ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional.
Las imágenes de la tragedia se difunden por el mundo, mostrando el rostro de la violencia y la vulnerabilidad de la población de Gaza. El territorio se encuentra en una situación crítica, donde la supervivencia se ha convertido en un reto diario. La comunidad internacional se encuentra ante un desafío urgente: detener la escalada de la violencia en Gaza y brindar asistencia humanitaria a los civiles atrapados en el conflicto.