El Departamento de Estado de Estados Unidos ha calificado el incidente como "horrible" y ha expresado su profunda preocupación por la pérdida de vidas civiles.
Las imágenes de los escombros del edificio y la desesperación de los sobrevivientes reflejan la cruda realidad de la guerra. La noticia ha provocado una ola de indignación y cuestionamientos sobre la estrategia militar israelí.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, ha confirmado que se han contactado con el Gobierno de Israel para obtener respuestas sobre lo sucedido. La información preliminar indica que docenas de niños perdieron la vida en el ataque, generando un debate sobre la responsabilidad de las fuerzas israelíes en la tragedia.
A pesar de la condena internacional, el portavoz del Departamento de Estado no ha anunciado acciones concretas por parte de Estados Unidos. Sin embargo, ha insistido en la necesidad de una salida negociada al conflicto y ha criticado la nueva ley israelí que prohíbe la operación de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos.
La situación en Gaza continúa siendo un punto crítico en el mapa del conflicto entre Israel y Palestina. La escalada de violencia y la falta de una solución pacífica amenazan la seguridad y el futuro de la región.