Mientras los Reyes recorrían las zonas devastadas, escuchando las historias de quienes lo habían perdido todo, la situación se tornó dramática. Tras el recorrido por el puesto de mando avanzado, donde conocieron los últimos detalles de las tareas de rescate y recuperación, los Reyes se enfrentaron a la realidad de la tragedia. Los vecinos, agotados y desesperados, comenzaron a expresar su frustración y rabia ante la situación. La Reina Letizia, conmovida por el sufrimiento que presenciaba, no pudo evitar mostrar su empatía y consuelo.
"Cómo no van a sentirse así. Cómo no van a estar cabreados", afirmó la Reina, comprendiendo el dolor y la impotencia de las personas que lo habían perdido todo.
La imagen de la Reina Letizia, con la cara, las manos y la ropa manchada de barro, escuchando los desgarradores testimonios de quienes se encontraban en medio de la tragedia, ha conmovido a España. La Reina, lejos de huir de la situación, se mantuvo firme y se acercó a quienes la necesitaban, ofreciendo consuelo y palabras de aliento. Los fotógrafos presentes capturaron imágenes que reflejan el dolor y la desesperación de los vecinos, pero también la fortaleza y la empatía de la Reina.
"Que venga el Ejército. A las dos de la mañana estaba todavía gente fuera recogiendo desperdicios. Tenemos lodo, pero no tenemos agua, no tenemos comida, no tenemos nada", imploraban los vecinos a la Reina.