El rey Felipe, la reina Letizia, el presidente Pedro Sánchez y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, se enfrentaron a una realidad cruda durante su visita a la localidad afectada.
La comitiva real y las autoridades fueron recibidas con gritos de "fuera, fuera" y con lanzamiento de barro. La furia de los habitantes, que perdieron sus hogares y a seres queridos, se manifestó con fuerza. Las calles inundadas se convirtieron en un escenario de tensión, donde el barro se mezclaba con la rabia contenida. El rey Felipe, con el rostro manchado de barro, intentó calmar los ánimos de algunos de los jóvenes que se acercaban a la comitiva, mientras que la reina Letizia también dialogó con varios vecinos.
Mientras la seguridad intentaba establecer un cordón de protección alrededor del rey, una unidad de caballería intervino para dispersar a los más exaltados. La situación se tornó caótica, con gritos y la imagen de los reyes, rodeados de escoltas, avanzando entre la multitud. A pesar de la evidente tensión, el rey Felipe intentó mantener la calma, conversando con los vecinos que se acercaban a él.
Las inundaciones dejaron un saldo de al menos 62 víctimas en Paiporta y 213 en toda la región de Valencia. Miles de voluntarios se sumaron a las labores de limpieza y ayuda a los afectados, mientras que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene alerta naranja y/o amarilla en diversos puntos de la región, con la amenaza de nuevas lluvias.