En este contexto, un nombre resonó con fuerza: Michael Jordan, la leyenda del baloncesto, quien se ha mantenido alejado de las controversias políticas.
Su silencio en la elección presidencial de este año generó especulaciones y, para sorpresa de muchos, un falso anuncio de respaldo al actual presidente Donald Trump se viralizó en redes sociales. Esta situación desencadenó una respuesta inmediata de los representantes de Jordan, quienes desmintieron categóricamente la información, asegurando que no existe evidencia alguna de que el exjugador se haya pronunciado en favor de Trump.
"No hay absolutamente ninguna verdad en la afirmación de que Michael Jordan haya hecho una declaración de apoyo en la elección presidencial", declaró el equipo de Jordan. La polémica resonó en un ambiente donde la mayoría de los atletas se han mostrado abiertos en sus posturas políticas, como LeBron James, quien apoyó a la vicepresidenta Kamala Harris, o Nick Bosa, quien fue captado con una gorra de "Make America Great Again" tras un reciente partido.
El silencio de Jordan en este tema no es nuevo. Ya en 1990, durante una campaña al senado en su estado natal, North Carolina, Jordan prefirió no involucrarse abiertamente en la carrera del demócrata Harvey Gantt contra el republicano Jesse Helms, quien, según la Equal Justice Initiative, era un "líder fundamental del movimiento segregacionista". En esa ocasión, Jordan utilizó la frase "Los republicanos también compran tenis", para explicar su decisión de mantenerse neutral, una declaración que se ha mantenido en el recuerdo como un reflejo de su postura.
En el popular documental "The Last Dance", emitido en 2020, Jordan se refirió a esa polémica frase como algo improvisado, asegurando que en realidad no quería expresar una postura política, sino simplemente no se sentía cómodo haciendo una declaración pública sin conocer a fondo a los candidatos.