Las autoridades españolas trabajan incansablemente para identificar a las personas desaparecidas, un proceso que se complica por la magnitud del desastre. Familiares desesperados buscan noticias de sus seres queridos, mientras equipos de rescate y forenses se esfuerzan por encontrar respuestas.
Según el Centro de Integración de Datos (CID), 89 personas siguen oficialmente desaparecidas tras las inundaciones. Estas cifras se basan en denuncias de familiares que han aportado información crucial, como muestras biológicas y fotografías, para la identificación de sus seres queridos. Las oficinas ante mortem habilitadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil trabajan arduamente para procesar estos datos y darles una respuesta a las familias.
Es importante destacar que estas 89 denuncias representan solo una parte del total de desaparecidos, ya que hay casos que aún no se han denunciado. Además, se suman 62 cuerpos que, aunque ya fueron autopsiados, aún no han sido identificados. Los forenses han realizado 195 autopsias en total, de las cuales 133 han sido identificadas, principalmente por huellas dactilares y análisis de ADN.
Las autoridades han habilitado oficinas móviles en diferentes localidades para facilitar el proceso de denuncias y la entrega de información por parte de los familiares. La colaboración ciudadana es esencial para la investigación y la identificación de las víctimas. Las autoridades esperan que, con la información proporcionada por los familiares y el trabajo continuo de los equipos forenses, se pueda dar un poco de paz a las familias de las víctimas y se puedan identificar a todos los desaparecidos.