En este contexto, la designación del nuevo jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, ha causado revuelo.
McDonnell, quien tomó posesión del cargo el 8 de noviembre, ha dejado claro su postura ante la política migratoria de Trump: "El Departamento de Policía de Los Ángeles no ayudará con las deportaciones masivas." Esta declaración, realizada durante su campaña, ha generado alivio entre algunos sectores de la ciudad, pero también ha despertado críticas y cuestionamientos.
Su pasado como Sheriff del Condado de Los Ángeles, de 2014 a 2018, está marcado por acusaciones de colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). En ese periodo, McDonnell permitió el ingreso de agentes de ICE a las prisiones del condado, lo que llevó a la deportación de numerosos inmigrantes indocumentados, separando a miles de familias.
La confirmación de McDonnell como jefe del LAPD, en una votación dividida del Concejo Municipal, ha generado preocupación entre organizaciones que defienden a los inmigrantes. “Se puede empeorar si tenemos un jefe de policía que diga que él hace que se cumplan las leyes, que pasa si el señor Trump dice que la ley es que la policía local debe perseguir a los inmigrantes”, señaló Pedro Trujillo, director de movilizaciones de Chirla.
Mientras tanto, líderes de la comunidad latina esperan trabajar con McDonnell para garantizar la seguridad y protección de sus miembros. “Espero trabajar con él, si está abierto a educarse sobre los temas de nuestra comunidad y esperamos enseñarle lo que nosotros pasamos día con día. Para que la comunidad se sienta segura, deben saber que cuando ellos son víctimas de un crimen, pueden ir a la policía y que no va a haber ninguna conexión con inmigración“, dijo el concejal del Distrito 13, Hugo Soto-Martínez.
La postura de McDonnell sobre la colaboración con ICE, así como su pasado como Sheriff, están bajo la lupa de la comunidad latina de Los Ángeles. El tiempo dirá si su compromiso con la seguridad de todos los residentes se traducirá en acciones que garanticen la confianza y el bienestar de la población inmigrante en la ciudad.